Canteli pide "pasar página" y trabajar "todos unidos" con la nueva oposición

El Pleno de la undécima Corporación se despide con la crítica del jefe de la oposición, Wenceslao López: 2Nunca vi un déficit democrático tan grande"

El alcalde Canteli entra en el Pleno seguido por Covadonga Díaz.

El alcalde Canteli entra en el Pleno seguido por Covadonga Díaz. / David Cabo

Chus Neira

Chus Neira

Después del Pleno que duró dos días (el del 2 y 3 de mayo que siguió a la crisis de gobierno y la ruptura de la coalición de gobierno con el paso de varios concejales de Ciudadanos al PP), la undécima corporación municipal democrática despachó este miércoles su última sesión plenaria en tan solo un minuto y veinte segundos. No hubo buenas ni malas palabras, faltaron la portavoz de Somos (Ana Taboada) y el segundo del PSOE (Ricardo Fernández), se vieron algunos abrazos a la salida protagonizados casi en exclusiva por Luis Pacho y, ya fuera del salón, el Alcalde, Alfredo Canteli, y el jefe de la oposición, Wenceslao López, se echaron los trastos a la cabeza como vienen haciendo desde la investidura de hace cuatro años. El primero, porque entiende que le faltaron la respeto sistemáticamente. El segundo, porque no había visto tal debilidad democrática en la ciudad.

La sesión se limitó a la aprobación de las actas de los últimos Plenos, por unanimidad y sin complicaciones. Levantada la sesión, dada las posiciones que ocupan tras la última remodelación de la corporación, Luis Pacho y Alfonso Pereira, quedaron en el mejor lugar posible para despedirse con cierto cariño de algunas compañeras y compañeros. Abrazos y apretones de mano pero también cuentas pendientes. Con Nacho Cuesta se paró y le contó algo de una factura que falta para poder cerrar el ejercicio de 2022, posiblemente el del grupo municipal de Ciudadanos. Más confidencias, a José Luis Costillas Canteli se lo llevó casi de la oreja, no riñéndole, pero sí confiándole alguna cuestión.

El Grupo Socialista, ayer, a su llegada a la última sesión plenaria. Por la izquierda, Marisa Ponga, Wenceslao López, Fidel Rodríguez y Ana Rivas.

El Grupo Socialista, ayer, a su llegada a la última sesión plenaria. Por la izquierda, Marisa Ponga, Wenceslao López, Fidel Rodríguez y Ana Rivas. / David Cabo

Fuera del salón, el Alcalde accedió a hacer un pequeño balance similar al que viene haciendo ya en los últimos meses. Dijo que el mandato pasó muy rápido: "Parece que fue ayer cuando tomé la decisión de meterme en política". Los cuatro años, eso sí, fueron complicados, por dentro y por fuera. En el exterior, el covid, Ucrania y los sobrecostes. Dentro, por la actitud de la oposición, protestó: "Estuvieron faltándonos al respeto, creando polémica permanente, espero que no se produzca ahora". Canteli "pasa página" y confía en que en la duodécima corporación que echa a andar este sábado puedan trabajar todos por Oviedo "muy unidos". Son, concedió, "cuatro años clave para el futuro de Oviedo" en los que se propone "trabajar a muerte".

Lo que queda atrás, insistió, fue "insulto permanente" y, resumió, "los ovetenses que son muy inteligentes de todos aquellos no queda ninguno, ni de Vox, ni de Ciudadanos, ni de los socialistas ni de Podemos". Eso fue lo que dijo, aunque tanto Natalia Sánchez Santabárbara como Marisa Ponga repiten como concejalas en el nuevo equipo del PSOE capitaneado por Carlos Llaneza.

En la plaza del Ayuntamiento, Wenceslao López, jefe de la oposición estos últimos cuatro años, antes Alcalde socialista de Oviedo durante el gobierno con Somos e IU, calculaba que sumados esos dos mandatos en el ciclo que finalizaba este miércoles llevaba acumulados más de cien plenos, que llegan a más de 150 si se suman los de la primera corporación democrática (1979) en la que también fue concejal. López explicó que cierra ciclo por no su compromiso de "hacer política como ciudadano". "Soy un animal social, sea mi virtud y o mi defecto, lo llevo en mi adn, y lo seguiré siendo mientras la vida me lo permita". El balance fue crítico, duro, y algo pesimista. El jefe de la oposición explicó que su grupo cumplió con su obligación, proponiendo alternativas y fiscalizando la acción de gobierno. Fue difícil, recalcó, porque el gobierno de Canteli "limitó mucho el diálogo y la información". Tanto, que en varias ocasiones tuvieron que acabar en los juzgados y en muchas ocasiones, explicó, les dieron la razón. En el gobierno local López detectó una "debilidad democrática" que no se produjo ni con Gabino de Lorenzo. La prueba, insistió, es que de las 300 proposiciones que su grupo presentó, ni una pudo ser debatida. Pese a esta situación, concedió, la ciudadanía le ha dado un voto mayoritario a Canteli. "Cada palo que aguante su vela, yo acepto los resultados, pero no quiere decir que agache la cerviz y no siga luchando por mis principios".

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