Gaspar Llamazares: "El tiempo de la polarización ya pasó"

El líder de IU-Convocatoria por Asturias escenifica su apuesta por el diálogo: "Hay condiciones para el acuerdo"

Gaspar Llamazares, durante su intervención. | Irma Collín

Gaspar Llamazares, durante su intervención. | Irma Collín / Eloy Alonso

Franco Torre

Franco Torre

El retorno de IU, englobada en la coalición electoral de Convocatoria por Asturias, al pleno ovetense ha tenido un efecto balsámico. Su líder, Gaspar Llamazares, abrió el turno de intervenciones de la sesión constitutiva de ayer, ganando el aplauso de unos y otros con un discurso constructivo y en el que escenificó su apuesta por el diálogo y por la búsqueda de acuerdos en asuntos cruciales para Oviedo.

"Mi grupo municipal quiere construir sobre lo que construyeron corporaciones anteriores, no construir en base a desandar lo que han andado las anteriores corporaciones", aseguró Llamazares, que insistió en la necesidad de desterrar el "síndrome de Penélope" de la institución, con cada nueva corporación revisando "lo que ha hecho la corporación anterior, tejiendo y destejiendo lo ya hecho como hacía la esposa de Ulises en "La Odisea".

Con la renovación de la corporación, Llamazares da por finiquitada la época de la crispación. "El tiempo de la polarización ya pasó", aseguró, al tiempo que invitaba a dejar atrás los excesos de un "período populista" que definió como "un período para olvidar".

Tal y como había anticipado el propio Llamazares, IU-Convocatoria por Asturias no presentó candidato a la investidura y los tres ediles de la coalición se abstuvieron, un primer gesto de apertura al diálogo que reforzó los planteamientos de Llamazares relativos a que es posible llegar a acuerdos, incluso entre fuerzas antagónicas, para beneficio de los ovetenses. "Hay condiciones para el acuerdo", subrayó, antes de detallar los asuntos en los que ve opciones de influir en la acción de gobierno desde esa disposición al diálogo: "La Vega, el Cristo el Antiguo, la zona rural y la protección del monte Naranco". Asuntos todos ellos que calificó de "prioritarios para la ciudad y la ciudadanía" y cuyo desarrollo puede llevar más de un mandato e implicar a otras administraciones. En todos estos asuntos, Llamazares considera que "hay condiciones para el acuerdo, para un acuerdo entre los grupos municipales".

En su apuesta por el diálogo, Llamazares no puso condiciones ni marcó líneas rojas, aunque algunas se sobreentiendan. Antes al contrario, apostó por rebajar el tono de las proclamas y abrazar la negociación. ""Hay que dar indicaciones clara de superación de la polarización y de la crispación, y nosotros queremos hacer del diálogo, de la negociación y del acuerdo la principal estrategia a lo largo de este período que se anuncia y que comienza", afirmó.

Por lo que respecta a su propio grupo municipal, Llamazares dejó claro que esa será la guía para los próximos cuatro años: "El acuerdo será nuestra palanca para hacer avanzar Oviedo y conseguir que las aspiraciones de los ovetenses se cumplan".

El veterano político, no obstante, no ocultó que será un camino difícil, y que no depende tanto de ellos como de la voluntad del Gobierno de Canteli por explorar posibles alianzas. "No somos ingenuos, es evidente que sabemos que el PP tiene mayoría absoluta, es evidente que nos separan muchas cosas pero también es evidente que es necesario, después de este período populista, reconcilias las distintas almas de la ciudad de Oviedo", argumentó Llamazares. "Un alma de la ciudad de Oviedo, para nosotros insatisfactoria, es la tradicional, pero es legítima", continuó, defendiendo su visión, complementaria, de una ciudad que apueste por la sostenibilidad y la innovación, apoyada en la Universidad, y que "mantenga los consensos fundamentales de la democracia" en igualdad de género o frente a la crisis climática. "Creemos que esos consensos merece la pena protegerlos y nosotros vamos a intentar por todos los medios que esos consensos se mantengan", concluyó.

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