Trubia construirá el nuevo blindado del Ejército y garantiza carga de trabajo hasta el año 2037

"Asturias se merece estos programas", declara la ministra Robles al anunciar que el vehículo de apoyo tendrá factura trubieca con inversiones de 8.000 millones

Chus Neira

Chus Neira

Era la tercera vez que la Ministra Margarita Robles visitaba la fábrica de armas de Trubia y fue la vencida. Desde las naves donde se acumulan los nuevos Dragón y los Castor la titular de Defensa anunció que el nuevo vehículo de apoyo del Ejército de Tierra se construirá en la factoría Trubieca y que asegurará una carga de trabajo en Asturias hasta 2037 con inversiones que acumulan 8.000 millones de euros.

El Consejo de Ministros todavía no ha lanzado el contrato del nuevo vehículo blindado de apoyo al combate con cadenas (VAC), pero Robles despejó todo tipo de dudas con una declaración apasionada: "Esto no son declaraciones de principios", sentenció, "son realidades; hace dos meses aprobamos un nuevo programa, el del VAC, y se va a realizar fundamentalmente aquí, en Asturias, y esos programas de Defensa por un importe de 8.000 millones van a permitir que en Asturias haya carga de trabajo hasta 2037. Es una magnífica noticia para el Ministerio de Defensa pero también para Asturias. Creemos en la capacidad de la región y en la de Santa Bárbara Sistemas, en todas las empresas que están trabajando en este proyecto, en los hombres y mujeres que trabajan en la industria de Defensa, y vamos a seguir trabajando con ellos porque se merecen todos estos programas, Asturias se lo merece y aquí en Santa Bárbara Sistemas hay una calidad muy alta". Todavía hubo una repregunta sobre las garantías de que esos 1.900 millones para la primera fase del VAC vayan a parar a Trubia. Y Robles no dejó lugar a dudas: "Santa Bárbara lo va a hacer como bien dice la Secretaria de Estado, y lo decimos con la misma contundencia, habrá carga de trabajo hasta el año 2037".

Todavía volvió a insistir en la seguridad de que ese contrato llegue a Asturias cuando le plantearon si las elecciones podrían ser un problema. Según Robles, las urnas están "absolutamente al margen de los programas que se organizan en el ministerio de Defensa". Ella, se lamentó, se encontró "unas Fuerzas Armadas un poco desatendidas", pero "desde el primer día" planteó que los programas y la política de su cartera serían "una política de Estado, no una política de partido". Con esa creencia en la industria de Defensa y en el Ejército, Robles remató con un "invertir en Defensa es invertir en puesto de trabajo, en paz y en seguridad".

Barbón, contento

El anuncio de la Ministra llega cuando todavía no hay autorización por parte del Consejo de Ministros para proceder al contrato de las primeras unidades del VAC, con una previsión de 400 unidades en la primera fase y una inversión de 1.970 millones de euros. No obstante, la seguridad con la que habló ayer Robles apunta a que el Gobierno español no optaría por un concurso abierto, sino por una adjudicación directa al consorcio TESS Defence (integrado por General Dynamics European Land Systems, Escribano M&E, Sapa Placencia e Indra) que ya se encarga del Dragon. Para este procedimiento, España se basaría en el artículo 346 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea que permite medidas especiales para proteger los intereses de seguridad que se refieran a la producción o al comercio de armas.

Por otra parte, y al margen de la carga de trabajo de Trubia hasta 2037, una noticia recibida con aplausos tanto por parte del presidente regional Adrián Barbón como por la plantilla de la fábrica, los 8.000 millones de los que habló Robles no son solo para Asturias ni solo para este programa.

La Ministra sumaba en realidad todo el desarrollo al que puede llegar el VAC y los programas que ya están en marcha, el 8X8 (Dragon) y el Castor. El primero está entregándose ya al ejército y se encuentra en fase de integración. En 2023 se servirán 24 unidades y el año que viene, los 80 vehículos restante. El Vehículo de combate de zapadores Castor incluye un total de 36 unidades.

Después de la visita por la factoría trubieca, el director general de General Dynamics Santa Bárbara, Juan Escriña, agradeció a la Ministra la visita y el compromiso con la industria, a la vez que celebró que el Gobierno se aproxime al objetivo que le reclaman los aliados de llegar a una inversión en este sector del 2% del PIB. Escriña celebró que Robles pudiera contemplar in situ el trabajo del equipo de la empresa: «multidisciplinar, muy preparado, especializado en sus funciones, tanto en las etapas de integración como en las de montaje».

A lo largo de la nave donde se sucedían los vehículos de ruedas 8x8 Dragon, algunos dedicados a experimentar nuevas integraciones, y los Castro de zapadores, el presidente Barbón pudo charlar de manera informal con algunos de los trabajadores. A la salida de la factoría, y cuando la ministra ya se había marchado, Pablo Coto, presidente del comité de empresa de la fábrica de armas de Trubia, aplaudió también el anuncio de Robles pero realizó una lectura más crítica de puertas para adentro, dirigida a la empresa por no acompañar esta seguridad en la carga de trabajo con consolidación del empleo. «Estamos muy agradecidos por la carga de trabajo que confirma un programa de tanto o mayor calibre que el que estábamos haciendo», reflexionó Coto, «pero si el Ministerio cumple, la empresa, no». El presidente del comité explicó que Santa Bárbara sigue con una política de rotaciones que no comparten y que esta misma semana había pasado por «mandar a casa a 70 compañeros para meter a otros 70 para hacer el mismo trabajo». Coto acusó a Santa Bárbara de aplicar «un inmovilismo total en el convenio» y de una pérdida de poder adquisitivo de la plantilla del 7,5% en los dos últimos años. Recordó que la fábrica viene de un expediente de regulación de empleo de 2013, «cuando la situación era mala», pero que ahora, «cuando hay una carga de trabajo histórica vemos que no revierte en la plantilla, en los salarios ni en el empleo». «Si Santa Bárbara no asume la creación de empleo de calidad, no se le puede pedir a ninguna empresa en Asturias», concluyó.

En la actualidad, la plantilla de General Dynamics-Santa Bárbara suma más de 1.000 personas, de los cuales 200 son ingenieros. En Trubia trabajan cerca de 700 empleados y el resto se reparten por sus centros de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y Madrid.

El presidente Adrián Barbón se había sumado antes a las felicitaciones por las buenas noticias que Margarita Robles se había traído debajo del brazo. El contrato del VAC, había contado, «garantiza la defensa de los españoles y en segundo lugar garantiza la capacidad de trabajo de Trubia y hace que siga siendo una referencia industrial de primer orden». Barbón, como luego haría Defensa a través de un comunicado, destacó que el nuevo programa que repercutirá principalmente en Trubia, no solo afectará a la fábrica de Santa Bárbara, sino también a toda la «economía añadida» a la actividad industrial en la villa cañonera de pequeñas firmas de proveedores y servicios locales. «Me acuerdo cuando se hablaba del Dragon, del 8x8, y Asturias estaba preocupada por si iba a conseguir o no ese contrato que garantizaba cientos de empleos. Hoy es una realidad que hemos podido ver y que recibe el reconocimiento del Ministerio», concluyó Barbón. La visita de ayer, remató, es una «satisfacción» y en el Gobierno regional está «contento de ver que el Gobierno de España cumple con Asturias en materia de Defensa».El anuncio de la Ministra llega cuando todavía no hay autorización por parte del Consejo de Ministros para proceder al contrato de las primeras unidades del VAC, con una previsión de 400 unidades en la primera fase y una inversión de 1.970 millones de euros. No obstante, la seguridad con la que habló ayer Robles apunta a que el Gobierno español no optaría por un concurso abierto, sino por una adjudicación directa al consorcio TESS Defence (integrado por General Dynamics European Land Systems, Escribano M&E, Sapa Placencia e Indra) que ya se encarga del Dragon. Para este procedimiento, España se basaría en el artículo 346 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea que permite medidas especiales para proteger los intereses de seguridad que se refieran a la producción o al comercio de armas.

Por otra parte, y al margen de la carga de trabajo de Trubia hasta 2037, una noticia recibida con aplausos tanto por parte del presidente regional Adrián Barbón como por la plantilla de la fábrica, los 8.000 millones de los que habló Robles no son solo para Asturias ni solo para este programa.

La Ministra sumaba en realidad todo el desarrollo al que puede llegar el VAC y los programas que ya están en marcha, el 8X8 (Dragon) y el Castor. El primero está entregándose ya al ejército y se encuentra en fase de integración. En 2023 se servirán 24 unidades y el año que viene, los 80 vehículos restante. El Vehículo de combate de zapadores Castor incluye un total de 36 unidades.

Compromiso con la industria

Después de la visita por la factoría trubieca, el director general de General Dynamics Santa Bárbara, Juan Escriña, agradeció a la Ministra la visita y el compromiso con la industria, a la vez que celebró que el Gobierno se aproxime al objetivo que le reclaman los aliados de llegar a una inversión en este sector del 2% del PIB. Escriña celebró que Robles pudiera contemplar in situ el trabajo del equipo de la empresa: «multidisciplinar, muy preparado, especializado en sus funciones, tanto en las etapas de integración como en las de montaje».

A lo largo de la nave donde se sucedían los vehículos de ruedas 8x8 Dragon, algunos dedicados a experimentar nuevas integraciones, y los Castro de zapadores, el presidente Barbón pudo charlar de manera informal con algunos de los trabajadores. A la salida de la factoría, y cuando la ministra ya se había marchado, Pablo Coto, presidente del comité de empresa de la fábrica de armas de Trubia, aplaudió también el anuncio de Robles pero realizó una lectura más crítica de puertas para adentro, dirigida a la empresa por no acompañar esta seguridad en la carga de trabajo con consolidación del empleo. «Estamos muy agradecidos por la carga de trabajo que confirma un programa de tanto o mayor calibre que el que estábamos haciendo», reflexionó Coto, «pero si el Ministerio cumple, la empresa, no». El presidente del comité explicó que Santa Bárbara sigue con una política de rotaciones que no comparten y que esta misma semana había pasado por «mandar a casa a 70 compañeros para meter a otros 70 para hacer el mismo trabajo». Coto acusó a Santa Bárbara de aplicar «un inmovilismo total en el convenio» y de una pérdida de poder adquisitivo de la plantilla del 7,5% en los dos últimos años. Recordó que la fábrica viene de un expediente de regulación de empleo de 2013, «cuando la situación era mala», pero que ahora, «cuando hay una carga de trabajo histórica vemos que no revierte en la plantilla, en los salarios ni en el empleo». «Si Santa Bárbara no asume la creación de empleo de calidad, no se le puede pedir a ninguna empresa en Asturias», concluyó.

En la actualidad, la plantilla de General Dynamics-Santa Bárbara suma más de 1.000 personas, de los cuales 200 son ingenieros. En Trubia trabajan cerca de 700 empleados y el resto se reparten por sus centros de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y Madrid.

El presidente Adrián Barbón se había sumado antes a las felicitaciones por las buenas noticias que Margarita Robles se había traído debajo del brazo. El contrato del VAC, había contado, «garantiza la defensa de los españoles y en segundo lugar garantiza la capacidad de trabajo de Trubia y hace que siga siendo una referencia industrial de primer orden». Barbón, como luego haría Defensa a través de un comunicado, destacó que el nuevo programa que repercutirá principalmente en Trubia, no solo afectará a la fábrica de Santa Bárbara, sino también a toda la «economía añadida» a la actividad industrial en la villa cañonera de pequeñas firmas de proveedores y servicios locales. «Me acuerdo cuando se hablaba del Dragon, del 8x8, y Asturias estaba preocupada por si iba a conseguir o no ese contrato que garantizaba cientos de empleos. Hoy es una realidad que hemos podido ver y que recibe el reconocimiento del Ministerio», concluyó Barbón. La visita de ayer, remató, es una «satisfacción» y en el Gobierno regional está «contento de ver que el Gobierno de España cumple con Asturias en materia de Defensa».

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