Schmidt: "La OFIL está creciendo y sin unas condiciones mínimas de ensayo no podrá hacerlo"

La principal de flauta de Oviedo Filarmonía es la solista del concierto de clausura del programa cultural estival, esta tarde en el teatro Filarmónica

La flautista de la OFIL Mercedes Schmidt, en el patio de la Universidad. | OFIL

La flautista de la OFIL Mercedes Schmidt, en el patio de la Universidad. | OFIL

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

La cartagenera Mercedes Schmidt, nacida en Pozo Estrecho hace 35 años, es la principal de flauta de la orquesta Oviedo Filarmonía (OFIL) desde 2016. En los siete años que lleva en la ciudad ha visto como ha aumentado la estima de los ovetenses hacia su orquesta y como "empiezan a sentirla como suya, algo que antes no pasaba". Ella dice haber encontrado en Asturias el paraíso que prometen los eslóganes turísticos, con una generosa oferta musical y cultural y tocando en una orquesta que siente "muy acogedora". "En Oviedo Filarmonía pasa algo que se da en poquísimas orquestas: se hace mucha piña, hay gente de muchas comunidades y países, y en cuanto llega alguien nuevo se le incorpora a los muchos planes que hacemos juntos", cuenta.

Mercedes Schmidt será la solista del concierto con el que esta tarde, a las 19.00 horas en el teatro Filarmónica –adonde se ha trasladado desde el patio de la Universidad por la amenaza de lluvia–, se clausurará la programación estival de la Fundación Municipal de Cultura. Schmitd interpretará el Concierto para flauta y orquesta n.º 1 en sol mayor de Mozart, una de las obras, recalca, "más importantes dentro del repertorio para flauta". Comenta, como curiosidad, que "cuando estaba componiéndola, Mozart escribió una carta a su padre diciendo que la flauta era un instrumento que no soportaba, quizá porque en ese momento tenían entre manos muchos encargos para flauta". A pesar de ello, Mozart creo una música que Schmitd no duda en calificar de "hermosísima", "una maravilla, con tres movimientos que contrastan mucho: el primero, una marcha; el lento, con unas melodías preciosas, y al final, un rondó muy divertido y con mucha energía". En definitiva, en palabras de Schmitd, "una obra imprescindible y fácil de escuchar".

El concierto de esta tarde, dirigido por el titular de la OFIL, Lucas Macías, y de una hora de duración, incluye también la Sinfonía n.º 4, en si bemol mayor, de Ludwig van Beethoven. Además de acercar la música a un público popular, con estas actuaciones la OFIL quiere que los ovetenses conozcan y se familiaricen con los músicos de su orquesta, dándoles protagonismo como solistas. "Se crea un ambiente muy especial y el público lo nota; tocamos con muchos solistas, pero cuando es alguien de la casa es más especial", comenta Mercedes Schmitd.

Como sus compañeros tiene muy presente la proximidad del 25.º aniversario de la OFIL, en 2024, y advierte que "la orquesta está creciendo y evolucionando y no podrá seguir haciéndolo sin unas condiciones mínimas". Se refiere a las precarias condiciones en la que ensayan, en los bajos del Filarmónica. "Meter a 50 o 60 personas a trabajar en ese bajo, con el techo tan bajo, condiciones acústicas cero... Es tercermundista", afirma.

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