Policías, bomberos y ambulancias toman el entorno del Calatrava para visibilizar la emergencia en ciudad

Un gran simulacro recrea la intervención ante un atropello y una colisión con cuatro heridos en 45 minutos, en el marco de un congreso de anestesistas

Víctor Delgado

Cuatro heridos, dos coches que colisionan y muchas ambulancias que alertan a los vecinos del entorno del Calatrava. El inicio de la tarde en Buenavista no parecía propicio para echarse una siesta. Por suerte, ni el herido estaba herido, ni la colisión se había producido. Todo era un gran simulacro que tuvo lugar este miércoles con el objetivo de “visibilizar la emergencia en ciudad”. Policías locales, bomberos y ambulancias recrearon una intervención ante cuatro heridos provocados por un atropello y una posterior colisión frontal en la carretera. Decenas de curiosos se acercaron hasta la calle Arturo Álvarez-Buylla, cortada al tráfico durante toda la tarde, en un acto que iba destinado también a un grupo de anestesistas, que observaron los hechos desde primera fila. Éstos asisten en el Palacio de Congresos a la 29ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Anestesia regional y Tratamiento del dolor, donde acudieron profesionales de toda España, de diferentes partes de Europa y de Norteamérica.

“Nos parece interesante que los anestesistas, que suelen trabajar dentro del hospital, vean la importancia de la acción externa en la calle”, valoró Begoña de Poo, directora de Transinsa, la empresa que gestiona las ambulancias del Principado de Asturias. Sanitarios, policías locales y bomberos explicaron didácticamente algunas claves de su actuación. Algunos más técnicos como aparcar a una distancia media del incidente. Y otros más personales como "la delicadeza ante la víctima". De Poo destacó la importancia de la coordinación para gestionar este tipo de situaciones "que nadie quiere vivir”. Era su segundo simulacro del día, tras el realizado horas antes en la Variante del Pajares debido a la próxima llegada del AVE a Asturias.

Cuatro figurantes actuaron como heridos. El primero y el más grave, el atropellado, yació en el suelo de la carretera durante gran parte de la exhibición simulando que estaba inconsciente. La segunda herida, “de carácter moderado”, quedó atrapada en uno de los vehículos con un traumatismo torácico. Mientras que las otras dos conductoras, aunque se encontraban muy asustadas, sólo mostraban heridas superficiales y abandonaron el coche por su propio pie.

La exhibición comenzó a las cinco de la tarde. A los cinco minutos, apareció la Policía Local, los primeros en intervenir la zona. Explicaron que su primera labor es hacer el primer reconocimiento, y en este caso, cortar la vía y adecuar el tráfico a la situación sin olvidarse de lo más importante: asistir a los heridos. Sobre todo al darse cuenta de la gravedad del atropellado, con una escalofriante herida en la cabeza. Dos minutos después, ya llegaba la UVI móvil, con dos técnicos de emergencias, un médico y un enfermero, aunque hasta que los bomberos no dieron permiso sólo pudieron acercarse al herido más grave "por un posible riesgo de explosión". A los diez minutos, con los bomberos ya allí y cada vez más curiosos tras las vallas, empezaba la acción, que confundió a algún que otro vecino al observar el despliegue.

El herido grave era evacuado rápidamente hacia la Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA. Después, una vez estabilizados los dos coches que colisionaron, las heridas leves salían y eran atendidas en el acto, donde se le realizó un test de alcoholemia a la conductora. La actuación más larga tuvo lugar con la herida restante, que fue rescatada por los bomberos a través de la parte trasera del coche para hacerlo en posición horizontal y evitar empeorar alguna de sus lesiones. Los miembros del cuerpo destacaron la importancia de llevar mascarilla al tratar con partículas peligrosas de vidrio. Una vez emulado el traslado al HUCA de esta última paciente se dio por terminado el simulacro. Su duración total fue de 45 minutos, una marca que sirve a los sanitarios para calcular en una situación real.

Raquel Sánchez Merlo, directora del Servicio de Asistencia Médica Urgente del Principado de Asturias (SAMU) destacó que “pese a que los accidentes en ciudad tienden a ser menos graves que en carretera” su principal problema es una mayor relajación en torno al consumo de alcohol y drogas:  “Muchas personas se confían y no se conciencian de que llevan un vehículo de motor y que hay vidas en juego. Por eso este tipo de simulacros en ciudad son tan importantes”.