El mástil de 55 metros del "tobogán" de Oviedo espera ya en la "Y" para su izado

Hicieron falta más de seis horas para el traslado y posado de las dos partes de la lanza que sujetará la pasarela del Rancho

Las dos partes del mástil, ya presentadas y cubiertas con un plástico.

Las dos partes del mástil, ya presentadas y cubiertas con un plástico. / Irma Collín

Chus Neira

Chus Neira

El gran mástil de 55 metros de altura que presidirá la entrada de Oviedo por la "Y" ya está depositado en la mediana del bulevar de Santullano. A uno y otro lado, el Rancho, partido en dos por la autopista, espera a ver cómo ese larguísimo poste metálico se pone en pie para sujetar una pasarela peatonal de más de ochenta metros de largo que promete volver a conectar las dos mitades del barrio. No será mañana.

Las obras de ingeniería de este calado van con paso lento pero firme, como se pudo comprobar ayer con la llegada del "pilono" (así lo llaman los ingenieros) y su presentación sobre unas estructuras con rodamientos. Dividido en dos piezas, una de 25 metros, correspondiente a la base y otra más apfilada y rematada con una punta, de 30, la operación de transporte y descarga llevó toda una jornada, unas ocho horas.

El mástil de 55 metros del "tobogán" espera ya en la "Y" para su izado

La grúa con una de las secciones detrás. / Irma Collín

A las nueve y media de la mañana no había rastro de ninguna de las piezas. En la zona de la autopista habilitada para los trabajos, una grúa de 250 toneladas evocaba la monumentalidad de la pieza que estaba por llegar. Alrededor de la máquina, de un camión plataforma y de otro vehículo con brazo articulado, hasta 15 operarios daban vueltas, ajustaban remates de la base de hormigón donde se anclará el poste, preparaban la coordinación de la llegada de las piezas... La primera llegó unos pocos minutos antes de las diez de la mañana. El tráfico se cortó durante un minuto para que el camión, transportes Vega, con su Santina pintada en un lateral de la cabina, penetrara en la zona de trabajo. En la plataforma llevaba la primera parte del mástil, 25 metros de metal pintado de blanco fabricado por Dinametal.

Canteli: "Es el progreso de un nuevo Oviedo; va a mejorar, y mucho, toda la zona"

A partir de ese momento empezó un movimiento muy lento de izado y posado de las cadenas de la grúa que amagaron durante varias horas con ejecutar una operación que al final no llevó más de un minuto y medio. Se trataba de enganchar el tubo y posarlo encima de unos rodamientos alineados en el suelo. Los llaman "viradores" porque una vez que se dejan dos partes encima –como se logró sobre las cuatro y media de la tarde– los operarios irán girando el mástil para soldar, pasar los controles de calidad y aplicar hasta tres capas de pintura de protección. El ensamblaje durará entre dos y tres días, según las condiciones climatológicas.

El izado del "pilono" está previsto para el domingo 26 de noviembre. Harán falta dos grúas grandes, de 500 y 250 toneladas. Levantarán el mástil, encajarán los agujeros de la base en los pernos de la base y se hormigonará. La lanza quedará, instalada pero todavía sin tirantes que sujeten nada. La estructura de la plataforma, ejecutada en cinco piezas metálicas, se irá trasladando e instalando a un ritmo de un tramo cada dos semanas. A finales de enero calculan que esté instalada con unos apeos temporales y en ese momento se engancharán los tirantes, se tensará la estructura y el "tobogán" estará listo.

El mástil de 55 metros del "tobogán" espera ya en la "Y" para su izado

Un detalle de una de las piezas. / Irma Collín

Para el Alcalde, Alfredo Canteli, esta pasarela "es el símbolo de una gran operación que va a mejorar, y mucho, estas zonas de Oviedo". Estos vecinos, explica, verán cómo una autopista

"se convierte en un espacio amigable y medioambientalmente impecable de convivencia y movilidad". "Estamos ante un proyecto histórico que va a transformar una gran zona de Oviedo, ganando para los ovetenses espacios y usos que eran impensables lograr hace poco tiempo". Canteli ambiciona con estos trabajos "el progreso de un nuevo Oviedo" un proyecto que, asegura, tendrá su continuidad con la recuperación de los terrenos de la Fábrica de Armas.

El mástil de 55 metros del "tobogán" espera ya en la "Y" para su izado

Operarios trabajando en la base. / Irma Collín

La pasarela peatonal atirantada, con diseño de Luis Fernán González y del estudio de Carlos Fernández Casado, es uno de los trabajos de ingeniería más importantes de Oviedo de los últimos años. La última intervención parecida, de López Arroyo, fue otra plataforma atirantada, el puente de la Florida, pero en este caso sin el alarde de la suspensión en el aire que tiene esta. Se inauguró en 2016 y su mástil de 33 metros se queda 22 por debajo de la nueva lanza del Rancho.

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