Los "mejores amigos del hombre" se ganan el cielo en la bendición de las mascotas de Oviedo

Más de medio centenar de personas lleva sus perros a la iglesia de San Juan, donde se llama a tratar bien a los animales en la celebración de su patrono

Las mascotas van al cielo de la mano de San Antón: así fue la tradicional bendición de animales en Oviedo

Amor Domínguez

La definición del perro como "el mejor amigo del hombre" quedó patente este miércoles en la iglesia de San Juan. Una llamativa estampa tomaba los aledaños de la parroquia situada en el centro de Oviedo minutos antes de la una de la tarde: mucha gente y, sobre todo, muchos perros. Una multitud que se debía a que la capital asturiana celebró un año más San Antón, patrón de los animales domésticos. El párroco de la iglesia, Francisco Javier Suárez, fue el encargado de bendecir a la entrada del templo a todas las mascotas que se pasaron por allí y pidió "salud y alegría" para ellos en el año que acaba de comenzar.

Entre los asistentes había veteranos y noveles. Victoria Vallina fue de las primeras en llegar con su perro Antón, que recibió la bendición por primera vez en su corta vida. "Llevando el nombre del patrón, era impensable no traerlo", explicaba convencida. También debutaba en esos lares Perla, la perra de ocho años de Adelina Fernández, que acudió a San Juan animada por una amiga. Por su parte, Marta Mayo y su perro Manson van camino de las dos décadas de tradición. El animal, de 17 años y medio, mantiene una salud de hierro y su dueña cree que la bendición tiene algo que ver. "Lo cogimos como una superstición. Mientras se encuentre bien seguiremos viniendo", remarcaba.

Francisco Javier Suárez, antes de lanzar agua bendita a los animales, destacó en su discurso la importancia de las mascotas "creadas por Dios" en la vida del Hombre, al que acompañan en todas sus vicisitudes. "Celebramos este acto para dar las gracias y para pedir que las mascotas no sufran, tengan siempre alguien a su lado que les cuide y que cubra sus necesidades con cariño", dijo el párroco. También pidió a San Antón que enseñe a los hombres a no maltratar a los animales, ya sean domésticos o salvajes.

Ese cariño que pedía el párroco es bidireccional. Así lo explicaba Nila Barreiro: "Dan una compañía tremenda. Y son muy serviciales: me busca hasta las zapatillas". Su amiga María del Rosario Martínez vino de Morcín para bendecir a Gabi, el perro de su hijo, un animal que pasa cada vez más tiempo con ella. "Voy camino de heredarlo", bromeaba.

Entre todos esos perros había un intruso que también quiso celebrar San Antón. El patrón lo es también de otros animales, como este gato que se resguardaba tímido dentro de la mochila de Mayra Borja. Pese a estar en clara minoría, el animal, llamado Calcetines, acompañó por primera vez a Luna, la perra de la familia en esta fecha tan especial. "Están los dos sanos y esperemos que siga así. Las bendiciones no fallan", zanjaba la dueña.