Santa Bárbara roza en Trubia los 700 empleos directos, el doble que hace una década

«Estamos en un momento dulce, posiblemente el mejor en muchísimo tiempo». Así de optimista se muestra Miguel García, recientemente nombrado presidente del comité de empresa de la Fábrica de Armas de Trubia, al analizar el impacto positivo que contratos como el del 8x8 han tenido para la carga de trabajo de la planta. La plantilla roza actualmente los 700 puestos de trabajos directos en los talleres (538 fijos y 150 temporales), lo cual supone prácticamente el doble del empleo de hace una década, cuando la escasez de encargos conllevó sucesivos despidos hasta situarse por debajo de los 400 trabajadores. Esas cifras no incluyen las contrataciones de otros servicios auxiliares de la factoría, que suponen unos 200 contratos adicionales, según estimaciones de la propia compañía, ni los cientos de empleos generados por las 180 empresas proveedoras de la factoría trubieca repartidos por toda Asturias.

A pesar de las últimas advertencias de la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre posibles «consecuencias» para la empresa si no cumple con los plazos de entrega del 8x8, los trabajadores se mantienen al margen de la disputa y destacan la paz social existente desde la firma del nuevo convenio, el pasado octubre. El acuerdo incluye un aumento de salario del 7% en dos años, así como la creación de 80 puestos de trabajo fijos nuevos repartidos entre los tres centros de trabajo del grupo General Dynamics en Trubia, Madrid y Sevilla. «Estamos muy satisfechos pues hasta la fecha tres de cada cuatro nuevos puestos fijos se están creando en Trubia», apunta García.

El nuevo presidente del comité de empresa, vecino de San Claudio, es el más joven de la historia de la compañía a sus 34 años. Asegura que su principal papel será velar por el cumplimiento de los acuerdos incluidos en el convenio y confía en vivir a partir del próximo año un nuevo repunte la actividad. «La previsión es comenzar a fabricar los nuevos blindados VAC a finales de 2025», apunta acerca de un contrato de 1.953 millones firmado el pasado diciembre, que garantizará la carga de trabajo de la planta hasta 2037.

El consorcio TESS Defence (en el que Escribano M&E, Sapa Placencia e Indra se integran con General Dynamics European Land Systems) se encarga ya de la fabricación del vehículo 8x8 Dragón, y ahora lo hará de los nuevos Vehículos de Apoyo a Cadenas (VAC), que viene a sustituir en el Ejército a los viejos TOA (Transporte Oruga Acorazado). Se trata de un vehículo de segunda línea, que destaca por sus prestaciones en movilidad y por su versatilidad.

La finalidad de este nuevo contrato es fabricar más de 1.000 vehículos VAC hasta 2037, lo cual garantiza un futuro halagüeño para la planta, más en el actual contexto internacional de aumento del gasto en defensa, impulsado desde la invasión rusa de Ucrania. Trubia igualmente abrirá el abanico de productos para seguir impulsando la producción. El director general de GEDLS-Santa Bárbara Sistemas, Juan A. Escriña, mostró el pasado 20 de diciembre, durante una visita a la fábrica, la predisposición de la empresa a encargarse de nuevo armamento. Concretamente se refirió a la posibilidad de volver a fabricar cañones y sistemas de artillería autopropulsada. Unos planes que, según fuentes de la plantilla, están siendo objeto de pruebas en los últimos meses.

Un estudio de la consultora PISA presentado el pasado octubre en la Cámara de Comercio de Oviedo estima que la adjudicación de dos megacontratos (El del 8x8 y el VAC) para fabricar más de 600 blindados en la fábrica de armas de Trubia tendrá un impacto económico y fiscal de 1.391,9 millones de euros en Asturias entre 2020 y 2027. El texto vaticina que la carga de trabajo se prolongará hasta 2034 y generará 931 empleos en la región, aunque desde el Ministerio estiman que el impacto económico positivo se prolongará por lo menos tres años más.

El hecho de que Defensa haya apostado por el consorcio del que forma parte Santa Bárbara Sistemas para asumir estos encargos ha tenido como respuesta distintos reconocimientos al papel de la ministra, Margarita Robles. Tanto el Ayuntamiento de Oviedo como la Cámara de Comercio han aprobado entregar sus respectivas medallas de oro a la titular del Ministerio. El alcalde, Alfredo Canteli, y el presidente de la Cámara, Carlos Paniceres, coinciden en destacar el especial apego de Robles a Oviedo. A pesar de ser leonesa, las raíces de su madre están en la capital asturiana, lo que desde las instituciones carbayonas creen que ha podido tener importancia para llevar a buen puerto los contratos de Trubia y el convenio entre Ayuntamiento, Principado y Defensa para recuperar los terrenos de la antigua Fábrica de Armas de La Vega.

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