Indra, participada por el Gobierno, quiere controlar los grandes contratos de Trubia

El plan de reforma del accionariado de la sociedad que fabrica los 8x8, recibido con "incertidumbre" en la fábrica y con ilusión en el sector regional

Vista general de una de las naves de Trubia, en junio del año pasado, durante la visita de la ministra Robles en la que anunció el contrato VAC.

Vista general de una de las naves de Trubia, en junio del año pasado, durante la visita de la ministra Robles en la que anunció el contrato VAC. / Miki López

Chus Neira

Chus Neira

La ingeniería tecnológica con participación estatal Indra quiere hacerse con el control de Tess Defence, la sociedad hasta ahora liderada por GDELS-Santa Bárbara Sistemas que fabrica desde Trubia para el ejército español los 8x8 y el nuevo blindado VAC. Fuentes del grupo norteamericano confirmaron que han recibido una propuesta de Indra para reorganizar el accionariado, pero declinaron cualquier comentario al respecto.

El grupo Tess Defence, nacido en 2020 para hacerse cargo del contrato de los VCR 8x8, y al que ahora le han adjudicado también el proyecto del nuevo blindado VAC, se repartía hasta ahora entre el 26% de Santa Bárbara, el 25% de Indra, el 24,33% del grupo madrileño Escribano y el 24,67% de los vascos Sapa. Estas dos últimas sociedades están representadas, a su vez, dentro de Indra, pues los hermanos Ángel y Javier Escribano aumentaron en noviembre del año pasado a un 8% su participación, convirtiéndose en los segundos accionistas, y Sapa se mantiene con un 5%. El control de Indra lo mantiene el gobierno central, a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), con un 28% del capital.

El refuerzo, pues, del peso de Indra dentro de Tess Defence, que opta a llegar a un 51% y ha iniciado una negociación con los otros tres socios en ese sentido, según informaciones del diario "Expansión", sería también el de la posición estatal dentro de estos proyectos estratégicos para el ejercito español.

No en vano, la noticia llega dos semanas después de que el presidente Pedro Sánchez hiciera públicas en el foro de Davos sus intenciones de reforzar el sector de Defensa y de hacer que Indra fuera "más grande". El jefe del ejecutivo habló entonces de "estructurar y transformar" todo ese ámbito con la idea de "sacar mucho provecho" en el marco del desarrollo en el ámbito europeo de Defensa. "Creo que tenemos buenas empresas, y lo que necesitamos es alinear los objetivos para tener una mejor participación en estos proyectos", había declarado en una entrevista.

Las intenciones de Indra, que le permitirían controlar los grandes contratos que ahora garantizan el futuro de la fábrica de Trubia, se han recibido con "incertidumbre" en el entorno de la factoría. Así lo indican los representantes sindicales consultados, que, no obstante, insisten en que se trata de problemas empresariales alejados del día a día en la fábrica.

Joaquín García Puga (CCOO), secretario general del comité intercentros de Santa Bárbara, explicó que las noticias sobre los movimientos que plantea Indra "no se traducen en una preocupación palpable en la fábrica". No obstante, y a falta de otras noticias sobre la operación, se mostró reacio a un horizonte en el que Santa Bárbara pierda el control de Tess. "El interés de Trubia es que sea Santa Bárbara quien controle y quien siga encabezando el grupo".

Pedro Sánchez anunció hace dos semanas su deseo de que Indra fuera «más grande»

Otras fuentes de la fábrica destacan que de los cuatro socios del grupo encargado de fabricar los nuevos vehículos del ejército español, GDELS-Santa Bárbara Sistemas es el único que se dedica a construir blindados. Mientras las transmisiones de Sapa, las estaciones de armas de Escribano o los sistemas de comunicación de Indra se podrían encargar a otras empresas, no hay en España en la actualidad otra compañía que no sea Santa Bárbara que pueda producir este tipo de tanques. Este motivo es el que hasta ahora había llevado a Santa Bárbara a encabezar Tess, como socio con mayor especialización en el producto. ¿Por qué una ingeniería tendría que estar ahora al frente?

Las respuestas llegan del entorno del sector de las empresas de defensa de Asturias. Fuentes próximas a ese círculo ven en los planes de Indra una señal clara de "la apuesta del Gobienro por el sector de la Defensa". En ese sentido, consideran que si Indra logra reforzar su posición en Tess y controlar los contratos, eso se transformará en un incremento notable de la producción en Trubia, al aumentar los contratos en marcha con Defensa. En ese sentido, consideran que el gobierno nacional tiene en cuenta a Asturias en este impulso del sector como uno de los centros estratégicos donde se pueden concentrar grandes proyectos.

Por otra parte, si Santa Bárbara pierde peso en favor de Indra dentro de Tess Defence, eso también permitiría al gobierno central contar con un grupo menos norteamericano y más europeo, y tener, así, mejores cartas para pelear una entrada en el diseño del nuevo carro de combate europeo, un proyecto que hoy por hoy dominan los alemanes y franceses.

Pero antes de situarse en esa posición, los socios de Tess todavía tienen que apoyar el movimiento de Indra. Parece lógico que tanto Sapa como Escribano, socios a su vez de la ingeniería tecnológica, apoyarán la operación. En ese sentido, la pelota queda en el tejado de Santa Bárbara Sistemas, que de momento guarda silencio sobre la propuesta de reforma del accionariado.

Sí se ha pronunciado, en cambio, y al margen de las intenciones de Indra, sobre las críticas vertidas por el gobierno central a los cuatro socios de Tess en relación a los retrasos en las entregas de los 8x8. "Santa Bárbara cumple con todas las obligaciones de sus contratos", puntualizaron ayer las fuentes de la multinacional norteamericana establecida en Trubia.

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