Lazos al pastel entre Oviedo y Costa de Marfil, el pintor Jacobleu prepara una exposición en África con la asociación de pastelistas

El artista, invitado a la Bienal, organiza la muestra para ampliar horizontes

Jacobleu, a la izquierda, explica uno de sus cuados a José del Riego en la exposición de la Bienal. | Luisma Murias

Jacobleu, a la izquierda, explica uno de sus cuados a José del Riego en la exposición de la Bienal. | Luisma Murias / Víctor Delgado

El pintor marfileño Jacob Bleu, conocido artísticamente como Jacobleu, ha visitado por primera vez Oviedo con motivo de la séptima edición de la Bienal de pintura al pastel. Y se ha marchado con la promesa de volver y con un proyecto entre manos para su país. La Asociación de Pintores Pastelistas (ASPAS), que preside el carbayón José del Riego, prepara junto a él una exposición de arte pastelista en Costa de Marfil, en la que estarán presentes muchos de los autores asturianos de esta edición de la Bienal y servirá de escaparate para pintores locales y de otros países africanos. "El objetivo es también promover la técnica del pastel en África, ya que allí hay muy pocos pintores que la utilicen", explica Jacobleu.

La cita tendrá lugar en la ciudad de Abidjan, situada al sur del país. El presidente de ASPAS mantuvo una reunión ayer con Nathalie Varley, directora de su museo de Arte Contemporáneo. "Nuestra idea es que la muestra se haga en la primavera de 2025 y que los pintores marfileños que participen vengan como país invitado a Oviedo para la Bienal de 2026", destaca Del Riego. Costa de Marfil tomará por tanto el relevo de Italia, invitado de honor en esta edición, en la que ha estado representado por 7 artistas, encabezados por la pintora Felicita Fiorini.

El proyecto, en el que también está implicada la Embajada de España en Abidjan, responde a una ilusión personal de ampliar horizontes del presidente de ASPAS. "La pintura al pastel ha estado siempre en el norte del mundo y queremos implicar a los otros continentes del hemisferio sur. Pero para que construyan su propia expresión, no para que imiten lo de aquí", agrega.

Añadir todo el potencial artístico que tiene África al patrimonio mundial del pastel supone un reto enorme en un continente donde predomina la pintura sobre tela. Lo sabe bien Jacobleu, que hasta hace dos años fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de Abidjan. Allí, pese a su empeño por fomentar el pastel, la mayoría de sus alumnos se inclinaban por otras técnicas "más expuestas en los museos y que se venden más". No obstante, el éxito que están teniendo las obras del pintor marfileño puede abrir un nuevo camino en su país. Ahora, se dedica exclusivamente al pastel y en los próximos cuatro meses viajará a Francia, Italia, Senegal y Hong Kong para promocionar sus obras.

Jacobleu, al contrario que muchos de los participantes en la Bienal, no es autodidacta. Se formó en el Liceo Artístico y dice realizar los cuadros mediante "un trabajo espontáneo" del que surgen formas esenciales para trabajar el personaje. Son dibujos abiertos, que dan la sensación de no estar terminados para que sea el espectador el que ponga el broche con su vista. Su temática es el universo que surge en torno a la música y la danza africana, representada por unos bailarines. "El pastel es una técnica pero no tiene que estar unida a un estilo. Puede ir de la abstracción al hiperrealismo. Cada pintor tiene su forma de expresarlo. Los pastelistas pintamos y dibujamos al mismo tiempo", destaca.

Con lo que no se moja el marfileño es con su cuadro favorito de los 115 que componen la exposición de la Bienal en el Calatrava. "Me gusta la variedad. La mayoría de pintores tratan de expresar lo que hay en su entorno", dice.

Hasta ahora, solo habían participado dos artistas africanos en anteriores ediciones: una de Egipto y otra de Burkina Faso. Jacobleu fue invitado a la Bienal tras un viaje de José del Riego a Costa de Marfil, donde ha estado en varias ocasiones porque guarda amistad con otro pintor. Allí se conocieron y el proyecto echó raíces, antes de germinar definitivamente en esta visita a Oviedo. De la ciudad le han sorprendido la abundante comida y su gran cantidad de esculturas, aunque aún le queda mucho por ver. "Tengo que volver para la próxima edición. Me parece un sitio que tiene mucho potencial artístico", remarca.

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