Lecciones sobre el Rey Silo entre bocado y bocado

Trascorrales alberga otra concurrida cata, con seis variedades del popular queso, sidra espumosa y una tarta de nuevo cuño

Por la izquierda, Pascual Cabaño, Francisco Martínez y Jhonatan González, durante la cata de quesos en Trascorrales.

Por la izquierda, Pascual Cabaño, Francisco Martínez y Jhonatan González, durante la cata de quesos en Trascorrales. / Luisma Murias

Los mejores quesos de Asturias siguen desfilando por el escenario de la capitalidad gastronómica carbayona. Seis variedades del queso Rey Silo, empujados por una sidra natural espumosa y rematados con una tarta, deleitaron los paladares de los asistentes. Una merienda por todo lo alto para las 60 personas que hicieron de catadores y agotaron las plazas en Trascorrales, escenario del tercer episodio del ciclo «Doce Quesos Capitales». La actividad honra cada mes a un queso de la región y está triunfando entre los ovetenses, con llenos también en las catas de enero y febrero: la del afuega’l pitu y la del casín, respectivamente.

A alguno de los asistentes hasta le pudo el ansia y se adelantó a los acontecimientos. «Sé que tiene muy buena pinta, pero lo ideal es que catemos el queso todos juntos», advirtió al público David Fernández-Prada, periodista gastronómico y organizador. Fernández-Prada estuvo acompañado en el escenario por Pascual Cabaño, socio fundador de la quesería Rey Silo; Francisco Martínez, del llagar El Gobernador, y Jhonatan González, de la pastelería Cabo Busto. Los dos últimos fueron los encargados de poner la bebida y el postre, respectivamente.

Los presentes fueron catando las seis variedades de queso Rey Silo, ordenadas de menor a mayor densidad. Entre bocado y bocado, muchas anécdotas sobre un proyecto personal de Pascual Cabaño, periodista apasionado del mundo lácteo que quería recuperar, junto a su socio Ernesto Madera, la forma ancestral de hacer queso en el concejo de Pravia. La potencia de sabor y su característico moho exterior llamaron la atención del público.

No obstante, el camino hacia los premios, la alta cocina y unirse al proyecto del chef José Andrés fue muy complicado. «Cuando no vendíamos nada, nos gastamos 7.000 euros para regalarle un queso a cada congresista en ‘Madrid Fusión’ e ir allí con los cocineros asturianos», relató el quesero sobre los inicios. Desde entonces, nunca le faltó confianza, como cuando «coló» uno de sus quesos en la mesa de la rueda de prensa donde Ferrán Adrià anunció que cerraba El Bulli. Cabaño es además juez en certámenes internacionales e instruyó a los presentes sobre el proceso de cata, que primero pasa por la nariz y luego entra por la boca.

Para acompañar entró en juego la sidra ecológica de Francisco Martínez, sacada de sus propias pomaradas. «Nos limpia el paladar y nos prepara para el siguiente queso», explicó. Y luego la tarta de queso Rey Silo de Jhonatan González, que presentó en sociedad. «Estoy hasta nervioso de ver aquí a tanta gente», bromeó. Su postre, que se aleja de las tartas que se ven en las redes sociales, dejó un dulce regusto que quedará en el paladar a la espera de la próxima cata.

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