Entrevista | Jordi Sánchez Cantante de "OBK", actúa en Oviedo el 12 de abril

"Antes éramos bichos raros con la electrónica; ahora está en todo"

"Es importante que las cosas tengan un valor emocional que persista; nosotros logramos hacer composiciones atemporales"

Jordi Sánchez, cantante de OBK.

Jordi Sánchez, cantante de OBK. / OBK

"OBK" es el sueño que surgió de la mente de Jordi Sánchez (Málaga, 1968). Un adolescente ochentero y un tonteo con los sintetizadores dio como fruto tres décadas de carrera musical. Sus búsquedas y deseos son diferentes ahora. Hoy prefiere el éxito a la fama, dice, y el escenario y la cercanía con la gente a la soledad de la composición y del estudio de producción. Por eso, el día 12 de abril, viernes, actuará en la Sala Tribeca.

–Lo primero, ¿qué puede esperar Oviedo de "OBK"?

–Pues que no espere un concierto al uso. Yo voy a buscar la complicidad. Verán la misma ilusión de cuando empecé y las ganas de enamorar a las personas que no conozcan a "OBK". El nombre es conocido, pero no a nivel actuaciones. Es reconfortante saber que cada noche puedes deslumbrar a alguien y descubrirle algo nuevo.

–Habla de la ilusión de cuando empezó". Fue en el 91. ¿Qué ha cambiado?

–Todo. Pero, típico y tópico, se mantiene la ilusión y por eso sigue existiendo "OBK". Pensábamos mantenernos un poco en el tiempo.

–Pues ya van 33 años...

–¡Demasiado! Pensar en actuar durante quince ya era hacerlo en una carrera de largo recorrido. Ahora me doy cuenta de lo mayor que soy, después de más treinta años. ¡Cuántas cosas he visto en la música! Cuando empezamos parecíamos bichos raros con la música electrónica; ahora está en todas partes.

–Entonces era todo analógico.

–Rompimos los estándares del pop-rock, el esquema de batería, guitarra... y lo hicimos electrónico. Igual que ahora la música urbana rompe otros. Hay que matar al padre, siempre. Las nuevas generaciones quieren ser diferentes. Lo que sí veo importante es que las cosas tengan un valor emocional que persista. Creo que "OBK" ha conseguido hacer composiciones atemporales.

–¿Y estos diez años en solitario?

–Bien, porque en realidad yo fui el que empezó a soñar con todo esto. Miguel era mi mejor amigo y lo monté en el barco. Solo o acompañado, esto es una cosa muy personal. Jordi Sánchez es "OBK", en cierto sentido. El día que yo muera, ese día morirá "OBK".

–¿En qué momento está?

–En el de disfrutar. No tengo ninguna presión, soy un artista veterano y, a nivel profesional, estoy saciado. La gente está reconociendo el trabajo de "OBK" y hay una especie de "revival" de los 90. Estoy haciendo más conciertos que nunca. Antes prefería el estudio y la producción, pero en esta nueva etapa disfruto más de los directos.

–¿Cree que sus temas han ‘macerado’ con el tiempo?

–Sí, pero creo que también es importante cuando remezclamos las canciones en 2020 las enfocamos más al género dance, del que siempre he sido muy fan. Nuestros clásicos de hace veinticinco años están actualizados y el público de hoy en día las disfruta mucho.

–Es que todo el mundo se sabe alguna canción de "OBK".

–Hay mucha gente que cree que somos un grupo de una sola canción ("Historias de amor"), pero hay muchas. Y la gente las ha hecho suyas.

–¿Una favorita?

–Es como decir a qué hijo quieres más (ríe). "Falsa moral", que es una de las canciones más electrónicas que he compuesto, sí es una de las que estoy más orgulloso. A veces las canciones más sencillas conectan y perduran en el tiempo.

–¿Por qué cree eso?

–Es algo que aprendí de los grandes. "Depeche Mode" tiene su "Somebody"; "Mecano" hizo grandes baladas de piano y voz. Hay que buscar la melodía y la emoción para que cuando uno falte esas canciones ayuden. Porque las canciones ayudan: al que las hace y al que las escucha.

–¿Sintió mucha presión cuando decían que "OBK" era la versión española de "Depeche Mode"?

–Jugaba a ser ellos, pero salió otra cosa. Es como el que quiere ser Messi, pero al final sale como es él. Me fijé en ellos y creo que hemos sido los mejores embajadores de "Depeche Mode" en España. De hecho, el nombre "OBK" viene de una canción suya ("Oberkorn"). Es muy importante tener tu personalidad. No he querido imitar, me he dejado llevar. Esa honestidad ha hecho que conecte con gente a los que ellos no les gustan.

–¿Y cómo ve el panorama musical actual?

–La gente escucha más música que nunca. Yo, de todo, tengo la mente muy abierta. Hay cosas en las músicas urbanas que me parecen potentes: las letras descarnadas o detalles de producción. La electrónica la hay muy buena, quizá los "Depeche" ya no sean mi referente. Las personas crecemos.

–Hace mucho que no saca temas nuevos. ¿Para cuándo un ramalazo creativo?

–Si no me siento con ganas no hago las cosas por hacer. No quiero hacer un disco que cuando eche la mirada atrás diga: "¿Por qué lo grabé?". La palabra correcta es que estoy "saciado" en ese aspecto.

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