Dongil: "La peregrinación desde la Cámara Santa a Tellego surgió en el siglo XII"

En el centro, Miguel Dongil, con Xurde Morán y Patricia Álvarez, en la presentación del libro. | Fernando Rodríguez

En el centro, Miguel Dongil, con Xurde Morán y Patricia Álvarez, en la presentación del libro. | Fernando Rodríguez / Oriol López

"La peregrinación desde la Cámara Santa a San Nicolás de Tellego se remonta al siglo XII". El historiador y divulgador asturiano Miguel Dongil lanzó esta consigna, entre muchas otras, en la presentación de su libro "El Relicario de Tellego (Ribera de Arriba), una ruta de Peregrinación entre la Cámara Santa y el Monsacro". Su investigación relaciona la aparición de un relicario perdido en la parroquia de San Nicolás de Tellego, que resultó ser un valioso relicario, con las peregrinaciones que partían de Oviedo en dirección al Monsacro. La presentación tuvo como maestros de ceremonias al presentador Xurde Morán y a la concejala del Ayuntamiento de Ribera de Arriba Patricia Álvarez.

Dongil desgranó en hora y media las conclusiones de sus investigaciones, que tocan varias ramas relacionadas con la parroquia y el relicario. Uno de los primeros detalles que destacó fue la importancia histórica de la zona, que tuvo asentamientos desde el paleolítico inferior. "En la Edad Media es cuando surge un monasterio, el de San Nicolás de Gurbielles, que empieza a recibir las reliquias", dató el especialista.

Además, inicialmente, la iglesia dedicada a San Nicolás estaba en la parte baja del valle de la Ribera y sufría las inundaciones del río Caudal. "Eso obligó a que, a mediados del siglo XVIII, se tuviese que desmantelar el templo y construirlo de nuevo, en la parte alta, ya en Tellego", manifestó. "La evolución de la parroquia fue un poco azarosa", admitió.

En la presentación se mostraron varias recreaciones en tres dimensiones. En ellas pudieron observar elementos de la historia de San Nicolás de Tellego: cómo era el término monástico, cómo se llega a la iglesia y se reconstruye digitalmente el actual relicario. Las recreaciones corrieron a cargo de Fernando Oliva.

Otra anécdota que desveló el divulgador fue el robo del relicario, que ocurrió en los años 90 del siglo XX. El ladrón, al ver que no tenía valor económico, fue lanzando las piezas por los campos de Tellego. Los vecinos lograron recuperar la mayoría de ellas.

El experto valoró la importancia del enclave espiritual de Tellego y de fomentar la devoción a las reliquias. Por último, hizo un llamamiento a la administración para la potenciación turística y cultural de las reliquias.