En defensa de Oviedo

Por alusiones, al Concejal de Urbanismo del ayuntamiento de Oviedo

Wenceslao López

Wenceslao López

El pasado 2 de enero, dos ciudadanos ovetenses comprometidos desde siempre con Oviedo y su futuro, opinaron en este medio sobre el próximo convenio de la Fábrica de la Vega, mostrando su preocupación sobre la aplicación de las normativas urbanísticas vigentes, aspectos que conocen muy bien como profesionales de reconocido prestigio que son, y poniendo en evidencia la nula información pública existente sobre el mismo.

La respuesta la ha dado el máximo responsable del urbanismo de Oviedo, pero no para informar del convenio, ni para justificar que no hay motivos de preocupación, sino para descalificar a los dos ciudadanos preocupados por el futuro de la Fábrica de la Vega por el simple hecho de que piensan diferente, porque el concejal se cree dueño y señor del urbanismo ovetense, como ha demostrado en la congelada revisión del PGO de Oviedo y en otros procesos urbanísticos relevantes.

¿Por qué exige comulgar con un acuerdo del cual no existe la necesaria información económica, legal y urbanística, cuando en sus obligaciones como responsable público está garantizar la transparencia y el buen gobierno?

¿Por qué descalifica despóticamente a ciudadanos que no comparten su criterio y hace gala de su soberbia acusándoles de estar contra Oviedo, cuando lo que hacen es precisamente en defensa de Oviedo?

Ignacio Cuesta falta además a la verdad y nuevamente pretende ocultar los documentos existentes en el ayuntamiento, cuando afirma que «Wenceslao fue incapaz de lograr los acuerdos que perseguía con un Ministerio gobernado por su propio partido».

Desde junio de 2019 pasó varios años negando la existencia del protocolo firmado entre Ayuntamiento y Ministerio de Defensa el 5 de abril de 2019, tras un complicado proceso donde las circunstancias obligaron a negociar un primer protocolo con dos gobiernos del PP y un segundo con un gobierno del PSOE, es decir un ministro y dos ministras diferentes, el señor Morenés, la señora Cospedal y la señora Robles.

Los señores Cuesta y Canteli negaron la existencia del protocolo, negaron su utilidad y lo dejaron caducar. También se negaron a ultimar con Defensa el proceso de tasación de la Fábrica, y a tramitar la cesión demanial de la Capilla, el Claustro y unos 8.000 m2 que en 1856 eran de propiedad municipal.

El procedimiento legal implica que tras el protocolo se tramita el convenio. La firma del convenio en 2019 requería la tasación de la Fábrica por Defensa para determinar la compensación urbanística del Ayuntamiento (tasación en base a la calificación del suelo y su uso como industrial), pero ante las inmediatas elecciones la tasación quedo pendiente y el ya nuevo gobierno municipal (PP y Cs) no respondió a las peticiones de Defensa para ultimarla, dejándolo caducar inexplicablemente.

La Fábrica de la Vega, que tiene sus raíces en la primera revolución industrial es uno de los proyectos más importantes para el Oviedo del siglo XXI, y también parte de su centralidad, capitalidad y área metropolitana. Todo ello exige una mirada larga ajena a los partidismos, a las descalificaciones y a los intereses cortoplacistas. El acuerdo exige concesiones por todas las partes y lo que no cabe es falsear la realidad y ubicar al discrepante en el «frente del no». Con su respuesta, el señor Cuesta se sitúa en un escenario en el que está más que justificado exigirle responder a estas preguntas:

¿Por qué no se tramitó y dejó caducar el protocolo de 2019, retrasando con sus negaciones en más de cuatro años este proyecto tan trascendente?

¿Por qué no aceptó su gobierno solicitar la revisión del catastro, en defensa de los intereses de Oviedo? ¿Por qué no tramitó la concesión demanial, de la parte de la Fábrica que hubiera permitido a Oviedo disfrutarla desde hace más de cuatro años? ¿Por qué se fijó ya en el protocolo de 2022 la compensación urbanística a Defensa, si no hay información pública sobre la tasación de los terrenos? Cuando existe el precedente de que era indispensable en 2019 para la firma del convenio. ¿Por qué se triplica la densidad de edificación en la Fábrica? ¿Por qué se rompe la unidad de la Fábrica, con un nuevo vial de entrada a Oviedo, perdiéndose el valor del conjunto arquitectónico industrial? ¿Por qué se ha elegido el camino más largo y complejo, al partir de la premisa de una recalificación del ámbito, que retrasa en cinco años más el proyecto, en lugar de reutilizar las construcciones para equipamientos públicos, tal como estaba previsto en el Protocolo de 2019? ¿Por qué se ha elegido el camino más caro para Oviedo, fijando una compensación urbanística que triplicara la prevista en el protocolo de 2019? ¿Por qué se ha ignorado que actualmente a Oviedo le sobra suelo urbanizable, pretendiendo compensar a Defensa con nuevo suelo urbanizable a quitar de la Fábrica de la Vega?

Y después de todo esto, señor Cuesta, ¿quién ha liderado realmente a los negacionistas en la Fábrica de la Vega? ¿Quién ha sido realmente el «frente del no?»

Señor Cuesta, no espere que le diga lo que ya sabe y que por razones sectarias, ha liderado desde el primer día.

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