La victoria de todos: una plantilla del Oviedo para soñar

El triunfo ante el líder confirma el gran momento de los azules, ensalza el nivel del plantel y subraya la gestión de Carrión

Paulino de la Fuente celebra el gol del triunfo ante el Leganés. | Irma Collín

Paulino de la Fuente celebra el gol del triunfo ante el Leganés. | Irma Collín / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Las palabras de Borja Jiménez, entrenador del Leganés, al término del choque en el Tartiere hay que interpretarlas en un contexto (su queja ya repetida porque no llegan refuerzos en el mercado invernal) pero resaltan una evidencia para cada vez más gente: el Oviedo tiene una de las mejores plantillas de Segunda. "Solo hay que ver los cambios que hizo el Oviedo. Es una plantilla confeccionada para estar entre los seis primeros. O entre los dos primeros...", señaló el pepinero. Le acompañó Carrión minutos después con una frase que suena a lema: "Es la mejor plantilla que he entrenado en mi vida". El triunfo ante el Leganés, el que confirma al Oviedo como un aspirante a todo, es de todo el equipo.

Soluciones desde el banquillo. El Oviedo ya había sido superior al líder de Segunda con el once inicial, pero se le resistía ese tanto, ese chispazo, que desequilibrara una contienda a cara de perro, tal y como se preveía desde el inicio. Miró Carrión al banquillo y encontró respuestas: Santi Cazorla, Alemão, Seoane, Paulino y Borja Sánchez. Casi nada. Cinco futbolistas que podrían ser titulares en casi cualquier equipo de la competición. La gestión de esfuerzos -y egos- de Carrión es sobresaliente.

Tras un inicio de campeonato tan accidentado que todo se puso en duda, ahora la fenomenal marcha del equipo parece confirmar la sensación general que se tenía en el pasado verano: la plantilla del Oviedo es la más potente desde el regreso a Segunda División en 2015.

Hay dos factores que impulsan la idea de que Carrión tiene alternativas de sobra en su arsenal. Uno, un mercado de invierno en el que los azules han dado un paso adelante en la fase ofensiva con las incorporaciones de Dubasin y Borja Sánchez. Queda por ver lo que puede aportar Homenchenko cuando llegue a Asturias. Dos, una parte de bajas que por fin empieza a menguar. Con la plantilla al completo (aún quedan por regresar piezas tan básicas como David Costas o Luismi), pocos conjuntos de Segunda ofrecen un nivel medio tan alto en todas sus posiciones.

Equipo dominador. Diego Conde llevaba unos cuantos minutos (y varias intervenciones de mérito) con aspecto de héroe de la tarde para el Leganés cuando a Paulino se le ocurrió intentarlo en solitario. Controló, se buscó el hueco y armó un disparo exacto, al rincón, dañino para el meta pepinero que no pudo hacer nada a pesar de la estirada. El 1-0 llegó tan cerca del final que el Tartiere no celebró solo un gol: era una victoria. Un acto de justicia para un Oviedo que había sido muy superior a su rival durante todo el choque.

Lo dicen los datos del partido. Carrión les pidió a sus muchachos "paciencia" durante la semana de trabajo en El Requexón ante el previsible "bloque bajo" que plantearía Borja Jiménez. Y avisó a los suyos de que tuvieran cuidado con las contras. Y el choque obedeció exactamente al vaticinio del entrenador. Pero el Oviedo estaba preparado.

Fue dominador el equipo azul de la escena. Se hizo con la pelota: la tuvo el 63,5% del tiempo, su quinta mejor marca de la temporada. Al Leganés solo le correspondió el 36,5%, su séptimo dato más pobre del curso. Y no fue una posesión estéril, fue con un fin: hacer daño a la meta pepinera, excelentemente defendida por Conde. El Oviedo chutó seis veces entre los tres palos del Leganés. Es la marca más alta de la temporada de un rival ante el líder de Segunda, igualados esos seis intentos con los logrados antes por Andorra y Mirandés.

Más datos a tener en cuenta. El Oviedo acertó el 86,7% de los pases, su tercera mejor cifra de la campaña, mientras que los visitantes se quedaron en un pobre 73,8%, su quinta peor del curso.

Solidez atrás. Y está, por supuesto, el gran rendimiento defensivo de los azules, que solo recibieron cinco disparos en contra (incluidos los bloqueados). En toda la temporada, solo el choque ante el Cartagena (dos intentos) se vio una tarde con menos intervenciones del meta azul.

Dani Calvo y Oier Luengo, auxiliados por Viti y Bretones en los flancos y por Jimmy y Colombatto en el doble pivote, mantuvieron a raya a un Leganés que suele hacer daño con espacios. La conclusión fue una tarde tranquila para Román que, seis jornadas después, volvió a dejar su portería a cero. Otro dato a tener en cuenta.

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