La bacteria estomacal que afecta este verano

Estos son los síntomas

La bacteria estomacal que afecta este verano

La bacteria estomacal que afecta este verano

El verano, la luz del atardecer, las temperaturas cálidas, nos hacen anhelar las vacaciones y las veladas al aire libre. Todo esto también se puede aderezar con la oportunidad de disfrutar de algo. Como un aperitivo con un rico buffet. En cambio, si ya estamos de vacaciones, puede que nos atraiga mucho el buffet que ofrece el hotel en el desayuno o antes de las comidas principales. Ciertamente, es un placer disfrutar de algo diferente a la cocina cotidiana y presentado en platos elegantes o de lujo. Pero hay que tener cuidado de no distraerse porque una bacteria dañina podría estar inesperadamente escondida entre algunos platos.

Campylobacter

Podría ser la presencia de Campylobacter la que estropee la fiesta. Y sobre todo el rico buffet que podríamos degustar. Se trata de una bacteria que podría contaminar sobre todo la carne de pollo. Y también se propagan por la cocina si son transportados por el agua.

La carne de ave podría haberse contaminado durante el sacrificio. Esto se debe al contacto con el material intestinal. A través de un control inadecuado de la carne y sin el cumplimiento de estrictas normas de higiene, la infección podría llegar a nosotros. En este caso, por ejemplo, a través de la ingesta de un determinado plato de refresco de verano.

Cuidado con distraerse porque una bacteria perjudicial para el estómago y los intestinos podría esconderse en los bufés y refrescos de verano

Podríamos contraer la campilobacteria de un buffet de ensalada de pollo. Este plato podría ser común entre los platos fríos que ofrece un refresco de verano. El riesgo de contaminación aumentaría entonces debido a cualquier temperatura ambiente superior a 30°C. Esto favorecería la multiplicación del Campylobacter, que podría causar trastornos gastrointestinales. Como náuseas y vómitos, junto con fuertes calambres abdominales y diarrea. La bacteria también podría contaminar los alimentos vecinos, como las verduras de las ensaladas. Así como la propagación en las cocinas, en el caso de un posible vehículo a través del agua.

Por lo tanto, podemos sentirnos muy atraídos por un refresco de verano o un buffet en un restaurante o para un aperitivo. Pero esos platos que consideramos tentadores pueden esconder peligros. Por tanto, debemos prestar atención a la temperatura a la que se exponen los alimentos y tratar de conocer siempre el origen de los alimentos que consumimos. Si se sospecha de una infección por alimentos contaminados, se debe contactar con un médico o con un servicio de urgencias lo antes posible. En el caso de síntomas relacionados con complicaciones que puedan ser peligrosas para la salud, puede ser necesaria la hospitalización.