La Fresneda se vuelca con Elena Fernández-Rivera, la madre "pirata" que lucha contra el cáncer de mama

Martín tiene dos años y, a veces, se pone un pañuelo en la cabeza para ser como su mamá: un pirata. Porque él, al igual que sus primos Manuela, Martina y Nico, saben que ella lucha en "misiones especiales" que le hacen estar un poco cansada, por lo que no siempre tiene ganas de jugar con ellos. Es la historia de Elena Fernández-Rivera, natural de La Fresneda (Siero), que se encuentra inmersa en la organización de una caminata solidaria en la urbanización para el próximo 3 de marzo. Su objetivo es recaudar fondos para la investigación del cáncer de mama triple negativo que padece desde hace un año

"El diagnóstico llegó en un momento muy bueno, tanto a nivel personal como laboral", explica Fernández-Rivera. A sus 34 años de edad, llevaba cinco trabajando como técnica de los proyectos de infancia en dificultad social en Cruz Roja de Baleares. "Un trabajo que me encanta". subraya. Su madre, Manuela, acababa de superar un cáncer de colon y, además, una semana antes de que le diagnosticaran, la joven se enteró de que estaba embarazada. "Me vi obligada a interrumpirlo porque había que empezar el tratamiento cuanto antes", relata. 

Y es que el cáncer de mama triple negativo es agresivo, de pronóstico complicado, sin tratamientos específicos y muchas veces sin opciones alternativas a la quimioterapia. Elena, que llevaba varios años viviendo en Palma de Mallorca, se vino a Asturias. "Esta es una enfermedad de rápido desarrollo y allí, sin mi familia y la de mi marido, y con un niño pequeño, hubiese sido todo mucho más complicado", señala.

Todavía está asimilando todo lo que le está ocurriendo. "Hay días que me miro en el espejo y me cuesta reconocerme", asevera. "Esto no es sólo un mal año como a veces dice la gente", añade. La joven se enfrenta ahora a la recta final de la quimioterapia y ahora dice "empezar a asimilar la operación y lo que viene detrás". Pese a todo, ha sido capaz de encontrar la parte positiva. Por un lado, disfruta de su hijo -"cuando me encuentro bien"- y, por otro, contribuye a la iniciativa denominada "Triple Reto".

Y es que la caminata une cáncer, deporte y solidaridad y surge de la Asociación Las Triples, un colectivo de mujeres, de ámbito nacional y sin ánimo de lucro, en diferentes fases del tratamiento, "unidas por y para la vida". "La marcha nace de la necesidad de dar visibilidad al cáncer de mama triple negativo y de recaudar fondos para la investigación", explica Elena. "En Asturias es la primera vez que se hace y somos las únicas que estamos organizando un evento en este sentido", añade. A día de hoy, ya se han inscrito a través de la plataforma web más de 150 personas. 

El evento, que se celebrará el próximo 3 de marzo en La Fresneda, a partir de las 11.00 horas, cuenta con la colaboración de la Asociación de Vecinos de La Fresneda y el Ayuntamiento de Siero. "Además, hemos contado con la ayuda de varias empresas como Carrefour, Hyundai Asturdai, Careaga Digital, Aluminios Zeluan y la Galería Gastrobar, y muchas personas lo están difundiendo a través de sus redes sociales", detalla la promotora.

Para inscribirse, tan solo hace falta acceder a la página web https://asociaciontriplenegativo.org/tienda/triple-reto-senderismo-asturias/ . El plazo expira mañana. Además, para todos aquellos que por cualquier motivo no puedan asistir pero aún así quieran colaborar, hay disponible un dorsal cero, en el que se pueden apuntar a través de la página https://asociaciontriplenegativo.org/tienda/triple-reto-fila-cero/. Los costes ascienden a un importe de 10 euros, cuya recaudación irá destinada íntegramente a la Asociación Las Triples y a la investigación del cáncer de mama Triple Negativo.

A Elena aún le queda una lucha relativamente larga por delante. Una batalla que no podría superar "sin mi familia y mis amigos, que no me han soltado de la mano y han estado a mi lado en mis días buenos y en los no tan buenos", señala. No quiere dejar pasar la oportunidad de agradecer su apoyo al Servicio de Oncología Médica del HUCA. "En especial a mi oncóloga, Yolanda Fernández, al enfermero Javier Fernández, a Miriam, mi psicóloga, y a todas y cada una de las personas del Hospital de Día Oncológico porque hacen que esas horas de quimioterapia sean mucho más agradables, siempre con una sonrisa", concluye.