El Bellas Artes se acerca a la ampliación y ya reubica en Velarde sus oficinas

Algo ha cambiado en el interior del Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, y ha sido en cuestión de días. En la segunda planta del Palacio de Velarde, el espacio reservado a las conferencias y las presentaciones ha desaparecido y en su lugar se levanta un muro, del que cuelga un par de magníficos cuadros, de Augusto Junquera y Ventura Álvarez Sala. Tras él se han reubicado los despachos del personal, incluido el de su director, Alfonso Palacio. Ahí trabajarán durante los dos años que está previsto que duren las obras de la segunda fase de ampliación de la pinacoteca, que incluye la demolición del edificio que ocupaban hasta ahora y la construcción de otro nuevo en su lugar.

Esa nueva zona de despachos, siete en total, se ha adecuado con paneles de pladur, fáciles de retirar y que no afectan en absoluto a la estructura del edificio. Cuando las obras acaben se retirarán y los trabajadores del Museo se trasladarán desde el Palacio de Velarde a sus despachos definitivos, en el nuevo edificio.

Palacio enseñó ayer esa zona administrativa provisional a los vecinos del casco antiguo de Oviedo que participaron en una de las visitas que el Museo ha organizado para hacerles partícipes del proyecto y explicarles lo que tiene de bueno para el barrio, pese a las incomodidades que inevitablemente tendrán que soportar durante las obras. "Habrá molestias, pero será para algo bueno", les prometió. Será inevitable el paso de camiones, los cortes de calles y los ruidos pero aseguró que valdrá la pena: "Si el Museo mejora, eso redundará en el barrio".

La mudanza de las oficinas comenzará el lunes, 3 de julio, con el traslado de los equipos informáticos, y a lo largo de julio y las primeras semanas de agosto se completará. En noviembre, Alfonso Palacio cuenta con que se inicien las obras de esta segunda fase de la ampliación del complejo museístico. Del proyecto, firmado por el arquitecto navarro Patxi Mangado, dio buena cuenta a los vecinos, a los que guió por el edificio que se demolerá, desde la azotea, con unas vistas poco frecuentadas sobre el casco histórico de la ciudad y cuyo espacio ocupará la cafetería y la tienda del Museo, con una gran terraza, hasta la planta baja, donde les mostró, bajo el nivel del suelo, los restos arqueológicos hallados durante las prospecciones.

Los días 11 y 25 de julio habrá nuevas visitas al edificio, con la misma finalidad –las inscripciones pueden formalizarse por correo electrónico, en visitantes@museobba.com, o telefónicamente, llamando al 985 213 061–. Hace unas semanas hubo un primer encuentro con asociaciones vecinales y próximamente habrá otro con los comerciantes del casco antiguo de Oviedo.

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