"En lo personal estoy muy contento por ayudar al equipo, pero con ese sabor amargo de que nos hayan empatado". Michael Santos, que ayer se ejercitó al margen del grupo por una sobrecarga muscular, disfrutó a medias de su primer doblete como rojiblanco por el poco provecho que le sacó el equipo. El uruguayo, que comenzó en el banquillo el choque del Carlos Belmonte, se siente un futbolista con peso dentro del Sporting: "Yo me siento importante y con mucha fe de que lo que estoy aportando es positivo". Santos ya reconoció tras el choque del domingo que le había sorprendido su suplencia. Ahora, más en frío, le resta trascendencia. "Sabemos que Paco es muy de hacer cambios, que hasta el vestuario no sabes si vas a jugar", sostiene.

Michael Santos no se da por aludido por el aviso lanzado por el técnico de que quien no trabaje no jugará. "El GPS dice que todos corremos. Quizá se refiere al tema de la vuelta, de volver hacia atrás", especula el atacante que reconoce que "Herrera nos está pidiendo trabajo defensivo a todos y tenemos que demostrarle que queremos estar en el once inicial trabajando para el equipo".

El uruguayo no se conforma con la imagen ni con los resultados que está obteniendo el Sporting. "Hay que seguir corrigiendo cosas para seguir mejorando", arranca antes de profundizar en su análisis: "Hay que estar concentrado en cada balón parado y en cada centro, que se nos complica a la hora de los marcajes, hay que tener la responsabilidad de cada uno".

En un escenario en que el Sporting no consiguiera ascender a Primera, ¿le gustaría a Santos seguir en Gijón? "Es una pregunta buena. A mí me gustaría seguir en el club, pero la decisión no es mía, depende de las negociaciones con el Málaga. Hay que esperar a fin de año y hay que esperar que subamos", regatea el delantero uruguayo que se encuentra cedido en el Sporting por el Málaga hasta final de temporada.