Las claves de la marcha de Abelardo del Sporting: cumbre con México hasta la madrugada y diferencias insalvables

El relevo en el banquillo llega en un clima de tensión incrementado en las últimas semanas | El Pitu se despide en Mareo y Tomás Hervás y José Antonio Morga tampoco continúan

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

El entrenamiento del Sporting de este domingo estaba programado para las 11 de la mañana. Ni los jugadores saltaron al campo, ni el equipo contó con entrenador. Abelardo se despidió de la plantilla en Mareo tras conocerse su destitución, abandonando las instalaciones cuando se esperaba que estuviera sobre el verde. Antes, a la vuelta de Santander, hubo cumbre en el club, en permanente contacto con México. La decisión del cese se tomó de madrugada.

El distanciamiento entre Orlegi y Abelardo era evidente en las últimas semanas, como desveló LA NUEVA ESPAÑA. Alejandro Irarragorri, presidente del Sporting, inició el año en el foro de aficionados apretando al Pitu, al señalar que sería un fracaso no acabar en play-off. El gijonés, que había repetido con anterioridad que el objetivo no podía ser la promoción y la necesidad de creer en un proyecto más a medio plazo, respondió días después a quienes podían ver conformismo en las metas que fijaba. Fue cuando hizo referencia a la wikipedia y a su carácter de ganador. El pulso entre la propiedad y el entrenador ya era público. Venía de mucho antes. Había un añadido: Abelardo terminaba contrato en junio y su renovación no acaba de ponerse sobre la mesa.

Las diferencias en la gestión de la situación de Djuka, con roces internos especialmente tras la expulsión del montenegrino en Copa, o el escaso peso (por no decir nulo) de Abelardo en el mercado invernal, escenificaban que el crédito de Orlegi con el Pitu empezaba a agotarse. Nada se descartaba para la visita al Racing, a pesar de que se quería mantener el optimismo. La pésima imagen del equipo y en resultado (2-0) aceleraron un "periodo de reflexión" abierto nada más finalizar el encuentro.

David Guerra, presidente ejecutivo, y Gerardo García, director deportivo, estuvieron presentes en El Sardinero. Hubo reunión a la vuelta de Santander y conversación abierta con México. En el gabinete de crisis también tomó parte, evidentemente, Alejandro Irarragorri. La decisión final, un cambio "con el fin de mejorar la marcha deportiva". Abelardo cierra su segunda etapa como entrenador del primer equipo sin que se haya cumplido un año de su regreso. Con él también se van Tomás Hervás, segundo entrenador, y José Antonio Morga, preparador físico.

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