Orlegi prescinde de las dos torres proyectadas junto a El Molinón

El proyecto de Orlegi para el nuevo Molinón prescinde ya de la construcción de las dos torres planeadas inicialmente junto al campo. La última reunión mantenida con el Ayuntamiento dejó al margen estas edificaciones ideadas, en un principio, en una de las parcelas contiguas al municipal gijonés, donde ya se planifica la construcción de un supermercado. "Se han realizado algunos cambios respecto a los bocetos iniciales, pero nada importante respecto a lo que afecta a El Molinón", señalan a LA NUEVA ESPAÑA fuentes conocedoras de proyecto. Lo que sí se sigue dando por hecho es que será necesaria una modificación del PGOU para acometer cualquiera de las dos alternativas presentadas al consistorio el pasado martes.

Orlegi planteó al Ayuntamiento dos planes distintos para abordar la creación de un nuevo Molinón que se adecúe a las condiciones exigidas para poder albergar el Mundial de 2030. La de menor cuantía, la cifrada en 280 millones de euros, centrada solamente en las mejoras necesarias para construir un nuevo campo. La más ambiciosa, en la que se incluye también reformar todo el entorno del municipal gijonés, se presupuesta en 330 millones de euros. En ella se planteó, en un comienzo, la construcción de dos torres que ahora han dejado de ser parte de los objetivos planteados al Ayuntamiento. Sí se conversó, en este último encuentro, sobre fórmulas para adecuar los aledaños con nuevas ofertas, tanto de tipo hostelero, como hotelero. El dueño de la parcela sobre la que estaban ubicadas las torres tiene ya un acuerdo avanzado con la empresa Mercadona, que construirá allí un supermercado en base a un primer contrato de alquiler de diez años de duración.

Los dos escenarios ideados por Orlegi, siempre tomando como referencia que España logre organizar el Mundial y El Molinón sea elegida como sede, implicarán contar antes con una modificación del Plan General del Ordenación Urbana (PGOU). Principalmente, en base a que Orlegi trabaja sobre un horizonte en el que El Molinón pase mover su terreno de juego y ser construído desde cero. El plan es el de comenzar la edificación del nuevo estadio de manera paralela al campo actual. Es decir, sobre el terreno en el que se ubica ahora el parking y la zona verde situada tras la tribuna este.

Entre las razones en las que se apoya el dueño del Sporting para la demolición y reconstrucción del campo es la dificultad técnica de poder responder a un aforo de 40.000 espectadores apoyándose en lo que está levantado actualmente. Hay más motivos. El proyecto del arquiteco Fernando Sordo Madaleno valora otros beneficios aparejados. En cuanto a cuestiones técnicas y de impacto medioambiental y sostenibilidad, el club también se está apoyando en la empresa española Acciona para responder a estas necesidades.

Ese cambio normativo, el del PGOU, se trata de un proceso que, según remarcan los especialistas, será especialmente complejo. "Reformar el PGOU implicaría un año y medio mínimo antes de que se pueda comenzar con la obra", insisten distintos expertos. Si el Ayuntamiento llevara a estudio modificar el PGOU, el proceso entraría después en una fase burocrática que requeriría inicalmente pasos como informes de los técnicos municipales, comisión de Urbanismo, alegaciones... Así, hasta que el proyecto llegue a pleno para su aprobación inicial. Y, después, a la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA). Por último, también debería ser validada por los grupos municipales en un segundo pleno. Si España finalmente no organiza el Mundial, los planes para El Molinón tendrán poco que ver con lo planteado en el último encuentro con el Ayuntamiento.

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