La renovación de Insua entra en una fase decisiva: así están las negociaciones con el club, que sigue a este defensa de Segunda

El Sporting sigue negociando la ampliación del central, que cuenta con varios clubes interesados pero que prioriza seguir en Gijón

Insua con Braithwaite, en el Espanyol-Sporting del pasado domingo.

Insua con Braithwaite, en el Espanyol-Sporting del pasado domingo. / Área 11

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

La renovación de Pablo Insua vive un momento muy trascendente para su resolución en uno u otro sentido tras meses de conversaciones abiertas. El Sporting continúa negociando la ampliación del central gallego, de 30 años, que el domingo secó en Barcelona a Martín Braithwaite, máximo goleador de la categoría, con 20 tantos. Pero de momento al club rojiblanco se le sigue encallando el acuerdo con un futbolista que es trascendental para el proyecto y que termina contrato el próximo 30 de junio. En Mareo consideran crucial al zaguero, al que ven como uno de los grandes líderes del grupo por su influencia dentro y fuera del verde. Pero la entente se está resistiendo, y el margen temporal ya es cada vez más estrecho, a menos de un mes de la finalización de la campaña regular.

Defensa con jerarquía y muy respetado, Insua goza de cartel y tiene varios clubes al acecho, muy pendientes. Aunque las conversaciones siguen sin resolverse, el deseo del central a continuar en Mareo, donde es feliz, las mantiene abiertas. "Como dije muchas veces, ojalá pueda seguir", volvió a proclamar el central en el estadio del Espanyol. También porque el club lo considera sí o sí un futbolista con el que se quiere contar. De hecho, es con el único con el que se mantienen diálogos permanentes para renovar. Pero falta el acuerdo.

La dirección del club rojiblanco trata de agilizar la planificación del siguiente proyecto, y en él, entienden en Mareo, el coruñés es fundamental. Lo es, además, independientemente de la categoría en la que milite el equipo rojiblanco, ahora a dos puntos del play-off y a falta solo de cuatro partidos. Con o sin ascenso, en el club quieren que siga Insua. La valoración es alta. De hecho, se le intuye madera de capitán.

Pero el tiempo se echa encima y juega en contra de los intereses del Sporting, al que le ha crecido la competencia por un futbolista codiciado. Pero en la entidad aún siguen sin acuerdo, afectados por sus circunstancias y un modelo lineal. Por un lado, porque aún se desconoce al cien por cien el escenario real del próximo curso y en el club parecen jugar con las opciones que tiene el proyecto de subir, lo que es un evidente riesgo. También porque la continuidad en Segunda División, que supondría el tercer año consecutivo con Orlegi Sports en la segunda categoría, obliga a una economía medida al milímetro, entienden en la entidad. La sostenibilidad lejos de la elite es complicada, con la mayoría de proyectos arrojando curso a curso pérdidas. En Orlegi miran con lupa cada movimiento. Por otro lado, también está el peso de algunas decisiones tomadas en los dos primeros veranos, donde el grupo hizo esfuerzos económicos importantes con el objetivo de dotar al Sporting de un equipo solvente para subir a Primera. Algunas de esas apuestas, soportadas en mayor o menor medida bajo el paraguas de México, merman ahora a la hora de moverse con más fuerza, especialmente en un momento donde la clasificación arroja incertidumbre.

El caso de Insua es el único abierto, pero en el eje de la defensa se intuyen movimientos, con independencia de que se celebre un ascenso o siga el gallego. Izquierdoz acaba contrato y su renovación no se ha tratado. Bamba tiene un año más de contrato, pero su futuro se analizará en verano. Y Pier está ahora jugando de pivote con Ramírez, que también acaba contrato. En Mareo, mientras, analizan el mercado y tienen a varios jugadores en el radar. Uno que gusta es Aitor Córdoba, defensa del Burgos, de 28 años. Su perfil defensivo agrada en Mareo. Acaba contrato y se le sigue. Hay más.

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