La peligrosa moda que triunfa en los conciertos y va a acabar mal: la cantante Bebe Rexha, la última víctima

La artista necesitó recibir asistencia médica inmediata en su actuación del pasado domingo

Bárbara Prado

Los conciertos son lugares de desconexión y diversión rodeados de música y buen ambiente. Sin embargo, hay una creciente tendencia que destruye la euforia del momento en meros segundos.

El concierto de Bebe Rexha del pasado domingo ha sido el último escenario de esta nueva moda. Mientras la cantante actuaba en el Pier 17 de Nueva York, un fanático decide lanzar un teléfono móvil que golpea a la artista en la cara. Ante la sorpresa tanto de Bebe Rexha como del público y los miembros del equipo, la cantante se desploma en pleno escenario y el concierto de detiene. La artista es entonces desplazada y atendida por los equipos sanitarios presentes en el momento.

La madre de la cantante ha comunicado en redes que Bebe Rexha ha tenido que recibir tres puntos en la ceja, pero que se encuentra bien. Información que corrobora la artista con una publicación de Instagram en la que se ve la herida recibida.

El teléfono fue lanzado por un hombre de 27 años que admite haberlo hecho porque le parecía que "sería divertido". Al fanático se le imputan dos cargos de agresión, un cargo de acoso, un cargo de acoso con agravantes y un cargo de intento de agresión.

Moda de lanzar objetos a los escenarios

Bebe Rexha no es la primera cantante en sufrir este tipo de ataques. A principios de este año, a Rauw Alejandro también le lanzaron un teléfono móvil a la cara en su concierto en Boston, aunque el impacto no le causó una herida tan grave como la sufrida por Bebe Rexha.

En su concierto de San Diego en octubre del año pasado, Rosalía sufrió el impacto en la cara de un considerable ramo de rosas blancas. La cantante catalana escribió en sus redes que por favor evitaran ese tipo de acciones ya que suponen un peligro para las personas que están en el escenario.

Omar Montes, en agosto de 2022, mandó al equipo de seguridad del evento que encontraran y subieran al escenario al culpable de lanzarle un mechero.

Harry Styles es el artista que más veces ha sufrido con esta moda. Ya en 2012, en un concierto de One Direction en Nottingham, el joven Styles recibió el golpe de un tampón. Más recientemente, en noviembre de 2022, un paquete de caramelos de la marca Skittles fue lanzado a su cara, dándole en el ojo. Aunque el cantante no le dio mucha importancia, sí que se pasó el resto del concierto con el párpado cerrado. Styles también ha sufrido el ataque de botellas de agua e incluso de nuggets de pollo.