El truco para recuperar las sartenes y que no se peguen: solo con dos ingredientes

Solo funciona con aquellas que no están hechas con teflón

El truco para recuperar las sartenes y que no se peguen: solo con dos ingredientes.

El truco para recuperar las sartenes y que no se peguen: solo con dos ingredientes.

No hay mayor enemigo para las sartenes que los alimentos que se pegan a su superficie. El paso del tiempo, sumado al uso y a una mala limpieza o mal estado van provocando que las sartenes vayan perdiendo sus características y la eficacia a la hora de cocinar. Ya no solo que estos instrumentos se van deformando por la excesiva exposición al calor, también la capacidad antiadherente va cada vez a menos.

La primera alternativa que se nos viene a la cabeza cuando esto empieza a ocurrir es aguantar con la sartén en ese nefasto estado hasta que la situación sea insostenible y ya, cuando no quede otra opción, sustituirla por una nueva. La otra es directamente tirarla y comprar otra, pero ni una, ni otra, parecen las soluciones idóneas.

Hay una tercera alternativa que muy poca gente tiene en cuenta y es que hay sartenes que pueden volver a tener una segunda vida en muy pocos pasos. Tan solo se necesitan dos ingredientes y unos pocos minutos para que esa sartén que tienes apartada, vuelva a ser una de las más utilizadas. Antes de contar cómo recuperar este utensilio de cocina, el truco solo es aplicable a sartenes que no estén fabricadas con teflón, solo a aquellas que estén hechas con cerámica o hierro.

Para empezar, se necesitan dos ingredientes indispensables en cualquier cocina: aceite y sal. Con todo preparado, lo primero que hay que hacer es encender el fuego y poner a calentar la sartén. Una vez que la superficie esté bien caliente, se le añade la sal hasta que cubra todo el fondo. En este paso se le deja a la sartén 10 o 15 minutos. La sal empezará a ponerse marrón y saltar, ahí es cuando hay que quitar la sartén del fuego.

El siguiente paso es retirar toda la sal de la superficie con un papel o un trapo y teniendo en cuenta que puede quemar bastante. Por último, tan solo hay que aplicar un poco de aceite por toda la superficie. No hay que inundarla, sino que, con un paño, aplicar el líquido y dejar la sartén reposar.

Con estos pasos, el recipiente ya estaría listo para usar de forma normal. Este tratamiento aguanta varios usos, pero hay que estar pendiente para ir realizándolo cada vez que los alimentos se vuelven a pegar en la sartén.