La Pantoja, fresca como una rosa en Mónaco

Después de la tempestad llega la calma y eso le ha sucedido a Isabel Pantoja, quien superada una larga y mala racha –rupturas sentimentales, disgustos de la prole, cárcel, multas millonarias, la muerte de su madre, doña Ana– ahora está «pletórica», tal y como ella misma ha dicho a su entorno. Prueba de ello ha sido su aparición en el Baile de la Rosa de Mónaco, una de las citas más glamurosas de la agenda social en Europa, como no podía ser de otra forma con los Grimaldi de anfitriones y la siempre evocadora Costa Azul de escenario.

Pues hasta allí se fue este fin de semana la tonadillera española tras ser invitada al evento monegasco, que tiene fines benéficos, fue impulsado por la añorada Princesa Gracia y cada año se dedica a una temática. La de este fue Bollywood, la industria cinematográfica india, cuyo ambiente fue recreado por el diseñador Christian Louboutin en el Sporting Club de Montecarlo.

Isabel Pantoja acudió acompañada por su hermano Agustín y cumplió además un sueño: conocer a Shirley Bassey, la artista británica, con la que llegó a cantar a capela durante la fiesta. Otro sueño de la española, tal y como desveló días atrás a «¡Hola!» era conocer personalmente a la Princesa Carolina de Mónaco, si bien no ha trascendido si lo logró.

Lo que sí se sabe es que la tonadillera se plantó tan fresca como una rosa en la gala, además de guapa y radiante con un vestido de la diseñadora Isabel Sanchís en el que predominaba el color fucsia con un estampado floral. Fue, según los entendidos, un impresionante estilismo con dos flores, una en el hombro en izquierdo y, la otra, en la manga derecha. Ahora, Pantoja prepara ya su gira por toda España –hace poco estuvo en EE UU– para celebrar sus 50 años sobre el escenario.

Y olé.

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