Adiós a los espumadores para la leche: Amaia revoluciona Internet con una solución natural para hacer el café perfecto

Todo amante del café y de las redes se ha encontrado en algún momento con su "feed" lleno de usuarios cualquiera preparándose un café mientras compraten con todo el mundo sus historias más interesantes. Le ponen amor, pero sobre todo, productos de marca precocinados que le han visto a algún otro usuario con anterioridad y que ya se ha hecho tendencia.

La dinámica suele ser la misma: vasos diversos de vidrio transparente con diseños diversos, un sirope de caramelo esparcido con creatividad para que quede lo más estético posible, hielos hasta arriba, un café aguado hasta la mitad del vaso, un poco de leche y, por último, una crema que espese la bebida. Ya está. Con esto y una historia interesante contada con personalidad, ya tienes la mezcla perfecta para crear un vídeo viral.

Por norma general, la comunidad "dummie" del café sigue a rajatabla lo que sus creadores de contenido hacen, compran o aplican para preparar una bebida "instagrameable", además de sabrosa. Hay quienes sorprenden desenvolviéndose con una rutina clavada todos los días, y quienes tratan de innovar, de darle a su bebida un aspecto de "capuccino" sin conocimientos de barista.

Aquí entra en juego ese espumador que todo el mundo ha visto en alguna parte: a través de la pantalla, en casa de un amigo, entre los últimos estantes de las tiendas con precios absurdos para que los lances al carro antes de sacar la tarjeta. Su funcionamiento es simple, básico, sin complicaciones: le pones una pila y la pequeña aspa actúa como una pequeña batidora que le aporta cuerpo a la leche para crear esa espumita que se queda en el bigote.

Simple y con una botella

¿Sabes quien no necesita este instrumento? Amaia. La cantante, tan natural como siempre, ha compartido a través de sus redes sociales su método para prepararse un café en menos de un minuto y con las técnicas más rudimentarias.

La cosa es así: echa la leche en una botella de agua, la cierra, la agita hasta que dobla su tamaño, añade en el vaso la leche condensada, la leche con cuerpo, el café, y listo. En palabras de la misma Amaia, "bon apetit".