Amaya P. GIÓN

Los seis anteriores gestores del Centro Niemeyer cobraron de media 92.000 euros al año, por encima de la suma que percibe Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España (78.185 euros) y de lo que cuestan a las arcas regionales el equipo de Gobierno asturiano, con ocho consejeros bajo la presidencia de Javier Fernández (unos 60.000 euros cada uno). El resto de empleados en el centro estaba subcontratado.

Así se desprende del informe que el administrador concursal a cargo de la situación que atraviesa la Fundación que gestiona el complejo cultural avilesino ha presentado en el juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón. El documento sigue siendo provisional ya que está expuesto a las alegaciones que presenten los acreedores de la entidad, más de un centenar.

El administrador concursal reconoce en su informe la escasa capacidad de la Fundación del Niemeyer para generar fondos y la consiguiente autofinanciación («Durante 2009, 2010 y 2011, las actividades de la Fundación no han logrado generar los recursos necesarios para absorber los gastos propios de su actividad»). «El activo corriente de la Fundación desde el ejercicio 2010 es insuficiente para hacer frente a las deudas a corto plazo» o la entidad «ha mantenido un elevado nivel de endeudamiento durante todo este periodo analizado» son algunas de las conclusiones a las que llega el autor del documento, Pedro-Bautista Martín Molina.

Del análisis del estudio se desprende que pese a cerrar en negativo tanto en 2009 como en 2010 fue el pasado año, el de la inauguración del complejo arquitectónico y el de la crisis política sobre el mismo, cuando se disparó el gasto de la entidad. Los 2,1 millones de euros en subvenciones y los 604.414 euros que generó la venta de entradas no consiguieron hacer frente a los casi cuatro millones de gasto. «Las elevadas pérdidas que registra la concursada en el ejercicio 2011 hacen que aumente su patrimonio neto negativo. Dichas pérdidas se producen como consecuencia de la disminución de las subvenciones, donaciones y legados recibidos, así como del aumento de todos los gastos de la Fundación», recoge el documento del administrador.

Así, la entidad se encontraba totalmente ahogada económicamente el año pasado, sin liquidez para hacer frente a los pagos a sus proveedores. El autor del documento hace referencia a que «elevado endeudamiento con los acreedores comerciales que contrajo la fundación en 2011 motiva la solicitud del concurso de acreedores» y a la «muy alta probabilidad de entrar en suspensión de pagos».

Siempre según el mismo documento, la Fundación del Niemeyer auditó sus cuentas desde su nacimiento y estas «se ajustan a las normas recogidas en el plan general de contabilidad». En cambio, los libros de contabilidad correspondientes a los años 2009, 2010 y 2011 no están legalizados en el Registro de Fundaciones. Como ya informó este periódico, el administrador cifra el activo de la Fundación en 710.516 euros y cuantifica la deuda en 2.272.613 euros, frente a los 2,4 millones que recogía en el borrador inicial. Así, el déficit concursal se sitúa en 1,5 millones.