El artista madrileño Carlos Tárdez, con raíces en Noreña, recibió este lunes, de manos de la Reina, una medalla de honor en el prestigioso certamen BMW. Además, la obra de Tárdez también cobra actualidad por el anuncio de que el Principado va a adquirir los terrenos de San Miguel donde se localiza una fosa común, ya que la asociación de familiares de las víctimas desea colocar en el lugar un monolito con diseño del artista.

Tras recibir el premio BMW, Carlos Tárdez atendió telefónicamente a LA NUEVA ESPAÑA desde Madrid.

-¿Qué representan los premios para un artista joven?

-Los premios aumentan la visibilidad del artista, en cuanto suponen un escaparate en el que coleccionistas, galerías e interesados en el mundo del arte ven lo que «está pasando», cribado por un grupo de especialistas con criterio, el jurado. Por otra parte, reafirman al artista con su obra.

-¿Y el BMW en concreto?

-El BMW es, posiblemente, el premio más prestigioso a nivel nacional. Este año he sido reconocido con una medalla de honor por «Adán», un óleo sobre lienzo y madera que representa a un chimpancé comiendo una manzana sobre fondo rojo.

-¿Cuáles son sus vínculos con Noreña?

-Toda la familia de mi madre es de allí, por lo que desde niño pasé en Noreña mis vacaciones, tanto las de verano como las de Navidad. De estos años conservo muchas amistades en la localidad y también un profundo cariño por la tierra.

-¿Sigue viniendo frecuentemente por Asturias?

-Actualmente vivo en Almería, a pesar de lo cual voy varias veces al año y permanezco temporadas trabajando en el estudio que tengo en Noreña. Además, mantengo muy buena relación con mi galería de Asturias, la Van Dyck, de Gijón, y esto me hace viajar allí más a menudo.

-Esa predilección por el trabajo con la madera, ¿viene de familia?

-Vengo de una familia de carpinteros, por lo que he aprendido desde pequeño a trabajar la madera y a interesarme por ella. Además, siempre he contado con la experiencia de mis tíos, que tienen una fábrica de muebles en Noreña y me han sabido asesorar siempre que lo he necesitado.

-Explique la obra para la fosa de San Miguel, «Intrahistoria».

-El título, «Intrahistoria», remite a un término acuñado por Unamuno referido a la historia que no aparece en los periódicos, hay que vivirla para conocerla. Dos mosquetones surgen de la misma madre (madera, lo orgánico) y se separan y enfrentan (hierro, lo inorgánico). Es el hombre, lío de sí mismo, el que los une y separa a cada paso en la cuerda floja.

-¿Su idea es reproducirla tal cual o prevé modificar su diseño para el monolito?

-El concepto es el mismo, sólo cambian los materiales. Al ser una escultura que va a ser colocada en el lugar donde se encuentra la fosa, he considerado que el material más adecuado es el bronce.