"La clave de Lena siempre han sido sus comunicaciones"

Pasan los siglos, los milenios y si hay algo que ha marcado al concejo de Lena, lo sigue haciendo y seguirá siendo así en el futuro son las comunicaciones, desde las vías pecuarias de antes de los romanos hasta la variante ferroviaria de Pajares, que entró en funcionamiento el pasado mes de noviembre. Las comunicaciones son el hilo conductor de la guía de Lena que ayer se presentó en el teatro Vital Aza de La Pola. El volumen, escrito por el lenense Xulio Concepción, hace el número 28 de la colección "Asturias, concejo a concejo", editada por el Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea). El autor estuvo acompañado en la presentación por la alcaldesa, Gemma Álvarez; el director del Ridea, Ramón Rodríguez; y el subdirector del Real Instituto y prologuista de la obra, Andrés Martínez Vega. Xulio Concepción, que mantiene casa, huerta y cuadra en Lena, es un gran conocedor de su concejo natal y de su historia.

–¿Cómo se condensa en 227 páginas la historia del concejo de Lena?

–Está todo muy resumido. Además, el libro pertenece a la colección "Asturias, concejo a concejo" que el Ridea empezó a editar en los años 90 y todos los libros tienen la misma estructura: Datos estadísticos, La Geografía, La Historia, El Patrimonio Monumental: religioso y civil, Las tradiciones locales, Itinerarios, Bibliografía e Índice toponímico. En fin, una guía del concejo, muy resumida pero completa en sus contenidos en torno a la Puebla de La Pola o el Fuero medieval de Campomanes, y al resto de los pueblos del concejo.

–¿Cuál es la clave del libro?

–Las comunicaciones. Esa es la clave de Lena a lo largo de su historia. En el libro me remonto a los pueblos indoeuropeos, celtas, romanos, medievales, hasta nuestros días, y siempre han estado las comunicaciones, desde las vías empedradas para el ganado hasta la variante de Pajares. No lo digo yo, ya lo decía Jovellanos. En Asturias hay muchas vías pecuarias, muchas calzadas romanas, pero las de Lena son económicamente más importantes por estar en el centro de la región.

–¿Esas vías de comunicación son de entrada a Asturias o de salida?

–Yo prefiero verlas como vías de entrada. Esas vías servían para traer el ganado de Extremadura, las merinas, a los pastos de Lena durante el invierno. A aquellos animales que al final de la temporada no estaban en condiciones de volver, los llevaban a los pastos junto al mar. Lena fue punto de entrada y salida para sacar los productos el mar. También tiene mucha importancia el Camino de Santiago, con los caminos de invierno y de verano por los valles del Huerna y de Pajares. En invierno, los caminantes venían por la ladera más soleada y en verano lo hacían por la más sombría. Hasta el siglo XVIII y XIX, hasta la industrialización, Lena era un punto clave para todos los productos que venía de fuera.

–Productos con los que se abastecía el resto de Asturias.

–A través de las vías de comunicación de Lena, de esas calzadas, llegaba a Asturias harina, trigo, vino... Oviedo dependía mucho de Lena y de los arrieros. Tan es así que hubo un escándalo porque los carreteros, esos que llegaban de Lena, se oponían a la construcción de las vías del tren porque les arruinaba el negocio. Esa es una de las hipótesis de que la plaza de la Escandalera de Oviedo se llame así, aunque yo defiendo que fue por la venta de escanda.

–Y llegó la industrialización.

–Y la minería y el tren, y el hierro de Uninsa y Ensidesa que también salía por Lena.

–Ahora lo que se busca es que por ese mismo trazado ferroviario, con su variante, entren los turistas.

–Hay otros concejos que lo hicieron antes y que emplearon mejor el tiempo como Cabrales o Llanes, pero tenemos muchas oportunidades de futuro.

–¿Dónde?

–El macizo de las Ubiñas si se explota bien turísticamente puede ser un gran atractivo. Ahora está el refugio del Meicín, en Tuiza, en el Parque Natural de Las Ubiñas y La Mesa, donde Tania Plaza lo está haciendo muy bien.

–El presidente Adrián Barbón insiste en que Valgrande Pajares no es solo una estación de esquí sino una estación de montaña.

–Lo más importante de esa zona es el bosque de Valgrande, un sitio precioso, de once kilómetros que se puede utilizar con finalidades didácticas, para pasear, para lo que quieras. De la zona de la estación de esquí, del Brañillín, salen muchísimas rutas de montaña que también están recogidas en el libro.

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