Oviedo, Mario D. BRAÑA

José Antonio García está en plena pretemporada con el Atlante, pero mientras ultima la confección de la plantilla y negocia otros asuntos propios de su cargo de presidente ejecutivo del club, también tiene tiempo para el Oviedo. Ayer hizo un hueco en la preparación de un partido amistoso frente al América, un grande de México, para atender la llamada de LA NUEVA ESPAÑA. José Antonio García Rodríguez (México DF, 3 de marzo de 1962) tiene especial interés en que el Grupo Pegaso cierre la compra del paquete accionarial de Alberto González. Por razones sentimentales -su padre es oviedista acérrimo- y por convencimiento, ya que cree que puede devolver al Oviedo a Primera División.

-¿Qué busca un grupo empresarial como Pegaso en el Oviedo?

-Alejandro Burillo (propietario de Pegaso) está entusiasmado. Se lo planteé como un reto bonito. Le hablé del estadio, de las instalaciones de El Requexón, del apoyo de las fuerzas básicas de la ciudad. Todo lo que hagamos será bueno para sumar. Este club pide una sacudida, un cambio de mentalidad.

-¿Está cerrado el acuerdo con Alberto González para comprar sus acciones?

-Sí, cuando estuvieron aquí Alberto y Juan Mata acordamos una cantidad. Ahora estamos trabajando para que los abogados de Burillo tengan todos los papeles necesarios. Queremos apurar para que se haga todo rápido.

-¿Qué ha cambiado respecto a su anterior intento de compra?

-Veo a Alberto González con una gran disposición. En nuestro anterior contacto quizá hubo un malentendido, no llegamos a hablar de cantidades. Alberto ha hecho un gran esfuerzo, le tiene cariño al Oviedo, lo mismo que Juan Mata, pero nada es para siempre.

-¿Por qué consideran tan importante asumir la gestión del Oviedo de inmediato?

-Porque consideramos que la situación deportiva todavía se puede enderezar. Hay que sacar al equipo inmediatamente de los puestos de abajo y, si fuera posible, pelear por la zona de promoción. Y, en todo caso, planificar con tiempo la próxima temporada. Tenemos una gran confianza en Ricardo Rodríguez, que lleva tiempo trabajando en este proyecto.

-¿Cuáles pueden ser los siguientes pasos?

-En el momento en que esté claro el aspecto jurídico firmaremos una carta de intenciones, que tendrá el valor de un precontrato, con las condiciones de la venta. A partir de ahí, si es necesario estoy dispuesto a viajar a Oviedo para asistir a la junta del día 29. Queremos sentarnos con el alcalde, Gabino de Lorenzo, y conocer la opinión de la gente. Sabemos que la afición del Oviedo es noble y entusiasta, pero también exigente. Por eso tenemos que darle un equipo competitivo.

-¿Podrá aplicar el modelo del Atlante?

-Eso espero. Me gusta el fútbol de ataque por las bandas, de tocar el balón. Así ha jugado siempre el Atlante desde que soy presidente ejecutivo, en 1987. Y cuando lo compra Pegaso, en 1995, no cambia nada. Es el club que aporta más jugadores para el fútbol mexicano. También debutaron aquí varios entrenadores que ahora están en clubes más fuertes. Fuimos los primeros en dar la oportunidad de dirigir a Javier Aguirre, en 1996. No cortamos el paso a nadie. Nuestro presupuesto está entre los 15 y 20 millones de dólares, mientras que el del América o los Tigres puede ser de 60 o 70.

-En breve, el Oviedo podrá contar con nuevas instalaciones para la cantera.

-Lo sabemos y nos parece un proyecto impresionante. Me gusta mucho el trabajo con la base.

-¿Buscarían el apoyo del accionariado asturiano?

-Todo lo que sea sumar es importante y sería bienvenido por parte de Pegaso. Cuanta más gente está dispuesta a ayudar al Oviedo, mejor. Tengo buenas relaciones con gente del fútbol español, como Lendoiro. Y Burillo, por razones empresariales, también.

-¿Llevaría usted la gestión del Oviedo?

-Nuestra idea es que sea gente que esté ahí todo el tiempo, pero yo estaré muy pegado a lo que ocurra en el club. Tendremos que hablarlo en su momento.

-¿Qué le dice su padre sobre la compra del club?

-Está nervioso. Toda su vida ha estado pendiente del Oviedín. Sufre con el Atlante y, si vamos para allá, también lo hará, aún más, con el Oviedo. También para mí sería un reto, el más lindo e importante de mi vida. Sólo hay que pensar en mis raíces, en el origen mis padres, y en la gran colonia asturiana que hay en México. Voy dos o tres veces al año a España y me gustaría tener una razón para poder estar más a menudo.