Oviedo, J. L. S./ E. M.

La multinacional siderúrgica Arcelor-Mittal ganó durante el primer semestre del año 970 millones de dólares (unos 801 millones de euros), un 62,7% menos que en el mismo período del año anterior. El anuncio de los resultados se produjo el mismo día en el que el gigante del acero paró uno de los dos hornos altos que tiene en su planta de Veriña (Gijón), el «B», para llevar a cabo una reparación que durará hasta septiembre. La instalación no tiene fecha de arranque y a la vista de las resultados que ayer presentó la compañía y las previsiones que maneja para los próximos meses, los sindicatos temen que tarde en volver a funcionar.

La cifra de negocio de la multinacional cayó un 4,5% entre enero y junio. Los representantes de las centrales sindicales pusieron el acento sobre las «preocupantes» cifras que se registraron en los primeros seis meses del año en el sector de planos en Europa. El resultado de explotación en esta área de actividad, de vital importancia para las instalaciones asturianas, sufrió unas pérdidas de 154 millones. La cifra de negocio, además, retrocedió el 8%.

Las previsiones que maneja la dirección de la multinacional para los próximos meses no son nada halagüeñas. El presidente y máximo accionista de la multinacional, el magnate indio Lakshmi Mittal, aseguró ayer, a través de un comunicado, que «la coyuntura en Europa sigue siendo nuestra mayor preocupación, y la gravedad de la situación se refleja en los resultados de nuestras plantas europeas». Y añadió que la estrategia que seguirá la multinacional «se centrará en seguir mejorando su competitividad y en reducir su endeudamiento».

La compañía inició ayer la parada del horno alto «B» de Gijón. La reparación, que costará unos 25 millones de euros, se extenderá durante los próximos dos meses. La empresa reparará el revestimiento interior del horno, lo que permitirá prolongar su vida útil unos quince años.

El portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, admitió ayer que el Ejecutivo está preocupado ante la posibilidad de que se prolongue el cierre del horno tras su reparación.

También los sindicatos expresaron su temor por el futuro de las instalaciones asturianas. Alberto Villalta, portavoz de UGT, aseguró que la parada del horno se puede extender más allá de septiembre. Según relató, tal es la incertidumbre que rodea al futuro del horno que los empleados de la planta gijonesa «en su hoja de ruta para los próximos meses están trabajando con las dos hipótesis: tanto con la perspectiva de que el horno se va a volver a arrancar como que no».

Villalta explicó que «los números de planos en Europa son de miedo, no hay ningún indicador que sea positivo». El sindicalista mostró su temor a que estos malos resultados, unidos a las pésimas expectativas que hay para los próximos meses, puedan llevar a la compañía a anunciar algún tipo de ajuste. «Estos meses estamos cubriendo gracias a las vacaciones y por eso no se ha aplicado el expediente de regulación de empleo, lo malo será cuando todo esto se acabe», destacó.

Más optimista se mostró el portavoz de Comisiones Obreras, Ángel Díaz, que destacó que «no tiene por qué no volver a arrancar el horno cuando acabe su reparación». El secretario general de USO en Asturias, Francisco Baragaño, también reclamó a la dirección de la multinacional que ponga en funcionamiento «cuanto antes» el horno.

La empresa ha vendido el 48,1% de su participación en la firma de ingeniería Paul Wurth Grup a la empresa de suministros SMS.