La reforma tributaria que el Consejo de Ministros aprobará el próximo viernes incluirá una rebaja del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) que alcanzará desde enero de 2015 a todos los niveles de renta, incluidos los más altos, según transmitió ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a los dirigentes de los sindicatos CC OO y UGT. El Gobierno revisa así un criterio que los ministros del área económica expresaron meses atrás: que la reducción del IRPF se concentraría en una primera fase en las rentas bajas y medias y que las altas "tendrían que esperar", dando a entender que para los contribuyentes con mayores ingresos declarados no llegaría hasta 2016.

El alcance efectivo de la rebaja fiscal no ha trascendido porque el Gobierno se guarda por ahora la información más enjundiosa del nuevo IRPF: cómo serán los nuevos tramos de la tarifa y cuáles los tipos que se aplicarán sobre cada uno de ellos. El propio Montoro si reveló hace unas semanas que el número de tramos estatales se reducirá de siete a cinco, pero no ha ido más allá. Distintas informaciones apuntan a que, con la reforma, el tipo más bajo -que ahora afecta a los primeros 17.707 euros de la base liquidable- quedaría por debajo del 24%. Desde finales de 2012, cuando el gobierno de Mariano Rajoy, recién formado, subió varios impuestos, ese gravamen está en el 24,75%, resultante de la suma del tipo que fija el Estado (12,75%) y el que determinan las comunidades (12% en Asturias y en casi toda España).

Por arriba, las mismas informaciones apuntan que la aspiración del Gobierno es que el llamado tipo marginal, el que ahora pagan quienes tienen rentas superiores a 300.000 euros, baje del 50%. Ahora bien, los tipos del IRPF, y particularmente los que se aplican sobre los ingresos más elevados, varían de una comunidad a otra, porque las autonomías tienen atribuciones para actuar sobre una parte de ese gravamen. Así, Asturias, Cataluña y Andalucía son las regiones con mayor presión fiscal sobre las rentas altas. La política tributaria de los gobiernos elevó el tipo marginal en esas tres autonomías hasta el 56% (23,5% correspondiente al tipo estatal y 25,5%, al autonómico). En el caso de Asturias, los contribuyentes pagan más por IRPF a partir de los 70.000 euros.

El viraje del Gobierno hacia una reforma que alcance a todos los tramos de renta desde su entrada en vigor (2015, año de elecciones autonómicas, municipales y generales) se ha interpretado en medios políticos como una respuesta política a los resultados de los comicios europeos, en los que el PP, pese a ganar, perdió 2,6 millones de votos.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el responsable de acción sindical de CC OO, Ramón Górriz, explicaron, tras el encuentro con Montoro, que el Gobierno mantendrá la diferencia de tributación entre las rentas del trabajo (más gravadas) y las del capital. La reforma descarta, ratificaron los sindicalistas, subir el IVA, salvo para los productos sanitarios concernidos por una decisión de la UE. Méndez y Toxo también dedujeron de la conversación con el Ministro que el Gobierno no tiene intención de subir los tributos del alcohol y del tabaco. El Ejecutivo se aparta así de las indicaciones de la UE y de la comisión de expertos que redactó un informe para Hacienda. Bruselas, al igual que esos especialistas, defienden una rebaja de las cotizaciones sociales, combinada con una subida del IVA, para estimular el empleo. El Gobierno sí prevé, como plantearon los expertos, bajar el tipo general del impuesto de sociedades del 30% al 25% y eliminar deducciones a las empresas.