Opinión

Dos Albertos

Isabel Díaz Ayuso junto a su pareja, Alberto González.

Isabel Díaz Ayuso junto a su pareja, Alberto González. / EP

Todo iba bien para el fondista Alberto Núñez Feijóo, que con su mano dura con Sánchez, apoyada desde las élites del Estado profundo del sistema (que hasta se negaban a ver su bloqueo inconstitucional del Consejo del Poder Judicial), encaminaba una mayoría que hiciera irrelevante a Vox, intoxicado con su propio aire. Es verdad que venía pisándole los talones Isabel Díaz Ayuso, implacable en el marcaje al hombre, pero ella parecía dispuesta a esperar un tiempo, o al menos a esperar su momento. Y en esto se le cruzó otro Alberto, un honrado comisionista que siguiendo la máxima de ver una oportunidad (las mascarillas) donde había un problema (la covid-19), había logrado renovar a lo grande su modesto duplex, con tanta humildad que por no molestar ni pidió licencia. No es fácil que este Alberto le corte la carrera, pero todo fondista sabe lo dura que es una cuestecita que no iba en el mapa.

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