Las nuevas calles de la urbanización Prado de la Vega llevarán nombres de centros de enseñanza de la ciudad, entre los que, de momento, no consta el Colegio Loyola, de Padres Escolapios, fundado en Oviedo en 1920. De la calle General Elorza pasó a Independencia y, después de la guerra, a las faldas del Naranco, en Fernández de Oviedo, aunque, como se hallaba alejado y con malos accesos, se ubicó la Primaria, «El Loyolín», en un chalé de la calle Altamira (hoy la Lila), que en el curso 49-50 pasó a Fray Ceferino, 22 (utilizado hoy para catequesis de San Juan el Real), hasta la ampliación del Colegio, en 1961. En el Loyola gané mis primeras pesetas como escritor, doscientas, en el año 1968, por una redacción sobre San José de Calasanz, nacido en 1557, fundador de las Escuelas Pías y patrón del Loyola; tema obligado. Obligado estoy a agradecerlo.