Entrevista | Laureano García Presidente de la asociación Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior

“No soy contrario a que el monasterio de Cornellana se convierta en Parador, pero abogo por dejar sitio para un centro de estudios y documentación del Camino”

"El patrimonio está abandonado. Sé que es muy difícil gestionarlo, pero hay que poner el foco en otras cosas que no sean siempre el prerrománico de Oviedo y el Conventín de Valdediós"

Laureano García, la pasada tarde, en Tineo

Laureano García, la pasada tarde, en Tineo / Demelsa Álvarez

Ángela Rodríguez

Pocos conocen tanto, o al menos tan de cerca, el patrimonio del Camino de Santiago como Laureano García (Tineo, 1955). Presidente de la asociación Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, fue nombrado “Huésped ilustre” por la Orden del Camino en 2017, y Académico de Honor de la Academia Xacobea, el pasado mes de marzo. Su pasión por la ancestral ruta peregrina quedó ayer patente, de nuevo, en la conferencia que ofreció en Salas, dentro de los actos de celebración del Día Europeo del Camino de Santiago. 

-Difícil condensar el ingente patrimonio a lo largo del Camino de Santiago Primitivo, ¿qué bienes destacaría?

-Hay muchísimo patrimonio en el Camino Primitivo, de Oviedo a Grandas. Distinguiría dos tipos. Por una parte, el patrimonio religioso. Desde la Catedral de Oviedo y hasta Las Regueras, con pequeñas ermitas que son muy características del Camino. En Grado, la Capilla de los Dolores, un punto muy interesante. Y el Santuario de El Fresno, con mucha tradición en la zona. En Cornellana, lógicamente el Monasterio de San Salvador, y también en Salas la Iglesia de Santiago de Villazón, la antigua iglesia de San Martín. Los restos prerrománicos de Salas que se conservan, la Colegiata y la capilla de San Roque, que era la del hospital de peregrinos. Subiendo la meseta de La Espina está la Iglesia de Bodenaya. En Tineo, el Monasterio de Santa María de Obona, por supuesto, y el antiguo convento de San Francisco. Ya en Pola de Allande, el Santuario de la Virgen del Avellano y en Grandas, la Colegiata, por ejemplo. 

-¿Cuál es el otro tipo de bienes?

-El patrimonio civil. Desde el Palacio de Paladín en Las Regueras, al Palacio Miranda-Valdecarzana en Grado, y el Castillo de Salas, por supuesto. También en Tineo, el Palacio de Merás, y en Pola de Allande, el de Cienfuegos. Soy tinetense y tengo que destacar también el Museo de Arte Sacro de Tineo, que acoge una gran cantidad de piezas importantes. Además, otro tema que pasa muy desapercibido, es el patrimonio inmaterial. Las leyendas, tradiciones e historias que hay en torno al Camino. 

-En general, ¿es buen la situación de todo ese patrimonio vinculado a la ruta jacobea primitiva?

-El patrimonio está abandonado. Sé que es muy difícil gestionarlo y que todo cuesta mucho, pero hay que poner el foco en otras cosas que no sean siempre el prerrománico de Oviedo y el Conventín de Valdediós. El Patrimonio del Camino es muy desconocido incluso por parte de los propios vecinos. Hay verdaderas joyas como la iglesia de Villazón, que se rehabilitó y en la que se descubrieron imágenes impresionantes y mucha gente ni la conoce. Los peregrinos pasan al lado de ella y ni se dan cuenta. 

-¿Cree que el auge turístico vinculado al Camino puede poner el foco en su patrimonio? Para que no se pierda

-Sería lo ideal, pero me temo que, por ejemplo, cuando este año terminen las actividades respecto al milenario del Monasterio de Cornellana, se siga esperando que alguien acabe las obras. En 2022 fue el 8000 aniversario de la pragmática real por la que se obligaba a los peregrinos a pasar por Santa María la Real. Se hicieron actos, promovidos por la asociación que presido, pero el monasterio sigue igual. 

-¿Confía en que llegue la tercera fase de rehabilitación para el monasterio de San Salvador de Cornellana?

-Es una fase que está en el aire. Y es la más importante, porque en ella se definirá un uso. Todo es carísimo, cada vez más, pero no sé por qué las cuestiones patrimoniales e históricas siempre parecen el hermano pobre. 

-Sobre esos futuros usos para la abadía de Cornellana, ¿es partidario del parador?

-El parador de turismo es una idea muy recurrente y, como lo pagamos entre todos (aunque parezca que no lo paga nadie) tiene una sostenibilidad que asegura el mantenimiento de la actividad. No soy contrario a esa idea, pero me parece que habría que dejar un espacio amplio para algo vinculado al Camino. Por ejemplo, el albergue de Cornellana esta funcionando muy bien, gestionado por Gloria y el Ayuntamiento de Salas. Y siempre se habló de hacer un centro de estudios y documentación del Camino de Santiago. ¿Por qué no en Cornellana? O en Obona o Valdediós… Sería muy interesante. 

-¿Cómo funcionaría ese centro?

-Se podría recopilar toda la bibliografía y documentación que existe en torno a la Ruta Jacobea, que es mucha. Un lugar donde los expertos pudieran acercarse a consultarla. Ese tipo de información está muy disgregada, en muchos sitios diferentes. Por eso abogo por hacer ese centro de estudios. 

-Cada vez hay más expertos y más peregrinos, es una tendencia..

-Sí, el resurgir del Camino en Asturias fue a finales de los ochenta. Hasta entonces en Asturias se negaba que tuviéramos relación con el Camino, cuando Oviedo y Asturias fueron el origen del Camino. Hubo una labor muy dura de las asociaciones para que las Administraciones reconocieran el Camino. Todo creció de una manera exponencial a partir del 2015, cuando declararon los caminos del norte Patrimonio de la Humanidad

¿Hemos llegado al auge?

-Los primeros peregrinos que tenemos anotados en Tineo fueron nueve, llegaron en 1992.  En 2023, llegaron cerca de 19.000 peregrinos. Ahora mismo el Camino primitivo es el tercero en importancia. Por detrás del Camino Francés y el Portugués, que está creciendo mucho. Están empezando a ser explotados turísticamente, como pasa en el Camino Francés, que está perdiendo el espíritu jacobeo, ese puede ser un peligro para el Camino…

-¿Es descabellado pensar que pueda ocurrir eso en el Primitivo?

-En absoluto, estamos a tiempo, porque el Camino Primitivo especialmente y el de la costa son caminos duros y mucho más complicados que el Francés. Eso sirve también de criba para evitar esa masificación a la que no queremos llegar

-¿Cómo es ese espíritu jacobeo?

-Es un sentimiento personal e intransferible. Cada peregrino tiene su propia experiencia, sale de casa con un sentimiento que va cambiando a cada kilómetro. Yo vi en el albergue de Tineo a un musulmán rezando hacia la Meca y, cuando acabó de rezar, le pregunté cómo hacía el Camino. Me respondió que es un camino espiritual. Es para todos. Y, aunque sea una frase hecha, tiene momentos de soledad que dan la oportunidad de encontrarse a sí mismo. Además del trato de la gente de los pueblos… Eso es lo que las asociaciones tenemos como gran meta: que no se pierda ese sentimiento del Camino de Santiago. Si no estaremos hablando de la Ruta del Cares o la subida a los Lagos de Covadonga