La situación del deporte asturiano es tan mala que hasta un sportinguista de pro como Juan Carlos Ablanedo no dudó en acercarse en la mañana de ayer al campo del Oviedo, el Carlos Tartiere, para reclamar del Gobierno asturiano que abra la mano y permita entrenamientos y competiciones, también con público. Resaltaba el gesto de Ablanedo la anfitriona de este acto reivindicativo, la presidente del PP asturiano, Teresa Mallada. En torno a ella, representantes de diversos clubes que ven cómo “la temporada se ha perdido y Asturias se está quedando fuera de los campeonatos de España”, en palabras del exportero del Sporting.

Anteayer, miércoles, el Gobierno de Adrián Barbón –quizá para restar contenido a la protesta de ayer, convocada por el PP desde hacía unos días– autorizó de nuevo los entrenamientos del deporte base, así como las competiciones nacionales no profesionales con un aforo máximo de 300 espectadores. Pero no es suficiente. “Es la única comunidad que no ha permitido a los niños entrenar en sus clubes deportivos”, añadió Ablanedo, quien defendió que los clubes han hecho un esfuerzo para facilitar espacios seguros. “Los clubes tienen necesidad de poder acoger público cuanto antes. Lo único que pedimos es que las administraciones públicas nos dejen trabajar. No dejemos que nos niños asturianos se queden atrás, y que los deportistas asturianos tengan menos oportunidades que los del resto de España”, finalizó el exjugador, hoy abogado y militante del PP.

“No vemos cómo vamos a llegar al final de la temporada”, dice el presidente del Llanera

Antes, Teresa Mallada había criticado las “órdenes y contraórdenes” del Gobierno en materia de deporte durante la pandemia, fruto de la “improvisación”, y unas restricciones que “rozan el absurdo”. Barbón, aseguró, “no escucha los gritos de auxilio de la gente” por unas medidas que “están amenazando la supervivencia de los clubes y de los negocios en torno al deporte”. La presidenta popular aseguró que los clubes y asociaciones están a punto de perder las subvenciones, esenciales para su supervivencia, y reclamó por ello una vuelta a la normalidad de los entrenamientos y las competiciones.

El que se dolía en la mañana de ayer era Miguel López, presidente del Llanera, porque no había podido meter a los aficionados del equipo en su histórico partido de la Copa del Rey contra el Celta. Quién sabe si hubiesen podido ganar de contar con el apoyo del público. No se explicaba que se hubiesen suspendido entrenamientos y competiciones cuando “no hubo ningún brote”. “Ahora lo estamos pasando muy mal. No vemos cómo vamos a llegar al final de la temporada. Que nos dejen competir y ya nos arreglaremos. A ver si salvamos esta temporada de pesadilla”, finalizó. Adelino Hidalgo, presidente de la Federación de Atletismo lamentó “el perjuicio para los deportistas y para los clubes, y la destrucción de tejido deportivo y puestos de trabajo”. Y el abogado Fermín Landeta, presidente del Club de Tenis Olivares, fue muy claro: “Hemos perdido la temporada 2020, pero no estamos dispuestos a perder la de 2021”. Y exigió que el Gobierno se siente con las federaciones para hacer una “planificación de competiciones en común, seria y real”.