Los funcionarios de prisiones piden soluciones tras el altercado en la cárcel de Asturias: "Estamos cansados de denunciar la situación”

Un recluso muy violento la emprendió a golpes con un trabajador y un grupo de internos intentó evitar que se llevasen al agresor a aislamiento

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Tres funcionarios resultaron heridos de diversa consideración poco después de las nueve de la mañana de este martes, después de que se registrase un grave altercado en la cárcel de Asturias. Uno de los funcionarios tuvo que ser trasladado al HUCA. Los hechos se produjeron en el módulo 5 de la cárcel. Un interno se dirigió violentamente a los funcionarios reclamando su medicación, en estado de máxima excitación y sin atender a razones ni órdenes, generando con todo ello gran alteración entre el resto de la población reclusa. Personado el jefe de servicios, se intentó calmar al interno y controlar la situación, objetivo que resultó imposible ya que, en un momento dado, el interno, ya entre cancelas, aprovechó un descuido para dar un fuerte puñetazo en la cara a uno de los funcionarios, que cayó al suelo, donde el recluso continuó lanzándole patadas y puñetazos por todo el cuerpo.

Mientras esto sucedía, en el rastrillo de entrada, un grupo muy numeroso de internos se agolpó en la puerta interior increpando y amenazando a los funcionarios intervinientes, golpeando con tal fuerza la cancela que consiguieron forzarla y abrirla, introduciéndose en el rastrillo con la intención de evitar que el interno en cuestión fuese trasladado al departamento de aislamiento. Otros dos funcionarios sufrieron lesiones leves en el enfrentamiento, aunque “siguieron trabajando, al encontrarse la prisión bajo mínimos”, según indicaron funcionarios. El otro tuvo que ser trasladado al Hospital, sangrando abundantemente por el rostro y con un hombro posiblemente dislocado.

Las reacciones de los sindicatos no se hicieron esperar. CSIF indicó que se trata de “un nuevo y lamentable episodio de violencia contra el personal penitenciario, otro más de una larga lista de graves agresiones”. El sindicato instó a la dirección a poner fin a esta penosa y peligrosa situación. “Cualquier día, en cualquier módulo de cualquier prisión, un funcionario resultará gravemente herido e incluso muerto si no se adoptan medidas urgentes. En CSIF estamos muy cansados de denunciarlo”, indica el sindicato en una nota. Y exigió a la dirección que tome medidas para reducir la tensión en los módulos, así como el incremento de personal. Otro sindicato, “Tu abandono me puede matar” (TAMPM), se ha unido al coro que reclama medidas urgentes para detener las agresiones.

También CC OO pidió actuaciones. “Las agresiones en prisiones, en el caso de la cárcel de Asturias, se ven agravadas por la falta de personal y de clasificación interior, que desde el equipo de la dirección no parece sean capaces de resolver”, indicó en una nota. Según este sindicato, “los datos revelan un crecimiento constante de las agresiones en las prisiones, concretamente un 47 por ciento entre 2010 y 2020 (últimas estadísticas oficiales), pasando de 5,09 agresiones por cada mil reclusos a 7,49. Todo ello a pesar de la pandemia y la reducción de actividad”. CC OO considera que una de las causas de las agresiones es “la falta de medidas y recursos de salud para tratar la enfermedad mental en prisión”.

El incidente se produjo en el mismo módulo en el que hay media decena de reclusos con covid, “más una decena con síntomas claros que no han hecho ninguna prueba aún”, denunció TAMPM.

Además, la sección del sindicato de funcionarios de prisiones ACAIP-UGT indicó que los delegados de prevención solicitarán una reunión urgente y extraordinaria del comité de seguridad y salud laboral en el centro “para buscar soluciones a la cascada de agresiones sufrida por los trabajadores de la prisión asturiana, cuyo clima de trabajo se está convirtiendo en irrespirable”.

Esta nueva agresión se suma a la que se produjo el pasado 31 de enero, cuando cinco funcionarios resultaron heridos de diversa consideración al tratar de reducir a dos reclusos vascos que se negaban a abandonar el patio del módulo de aislamiento de la cárcel asturiana. Este incidente provocó las protestas de los funcionarios tanto en el interior de la cárcel como ante la Junta General del Principado, que aprobó una resolución no de ley a propuesta del PP para exigir mejoras.

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