Precios "nunca vistos" para elaborar embutido asturiano: las empresas cárnicas avisan que están al límite

"La canal de cerdo se paga hoy un 65% más cara que hace un año", afirma Asincar, que alerta de que ya hay compañías "en negativo"

Matadero

Matadero / Pexels

M. G. S.

Las empresas cárnicas de Asturias están al límite por la imparable subida de precios de los ingredientes básicos para elaborar embutidos. Hoy en día la canal de cerdo se paga un 65% más caro que hace un año y algunas piezas, como la panceta o la papada, esenciales para hacer el chorizo y la morcilla asturiana, llegan al 70% de incremento. Así las cosas, advierte el presidente de Asincar (Asociación de Investigación de Industrias de la Carne del Principado de Asturias), Eduardo Pérez Arena, "tendremos que aplicar subidas o no podremos aguantar". "Estamos pegándole bocados al margen de beneficios hasta quedar en algunos casos en negativo. Muchas empresas ya están consumiendo recursos propios", alerta Pérez, que añade: "Esto es inviable".

Los problemas por la subida de precios no son nuevos, pero sí se han acentuado en los últimos meses. "A finales de 2022 y en enero parecía que la cosa se había estabilizado", afirma Eduardo Pérez. Pero no fue así. "Solo en febrero la canal de cerdo subió un 13%. Además, hay otros ingredientes, como la cebolla para la elaboración de la morcilla, cuyo precio se han multiplicado por tres en un año y son difíciles de encontrar", apunta. Todos ellos son números "nunca vistos", que están dificultando seriamente la operatividad de las empresas chacineras de la región y que están comprometiendo su viabilidad.

Hay un problema añadido, según Eduardo Pérez: que resulta muy complicado repercutir el incremento de costes en los precios al siguiente eslabón de la cadena, es decir, a la gran distribución, al comercio minorista y a la restauración, que son los principales clientes de la industria cárnica asturiana. Además, comenta el presidente de Asincar, el consumidor también se ve perjudicado, pues sufre el continuo incremento de los precios.

Empieza a haber EREs

A corto plazo no sé prevé una mejora de la situación, que está poniendo en jaque la viabilidad de las empresas cárnicas regionales, sobre todo las pymes. Asincar representa a 89 empresas que dan empleo directo a 1.500 personas y que factura al año más de 100 millones de euros. Una de las compañías más grandes del sector, Embutidos Vallina, con fábrica domiciliada en la localidad castrillonense de La Laguna, ha propuesto recientemente despedir a 32 de los 87 trabajadores que componen su plantilla. "Si una empresa grande ya está tomando estas medidas, una pyme que tiene menos pulmón...", lamenta Eduardo Pérez. Peor aún. Y es que el sector no levanta cabeza. "Cuando conseguimos aplicar una subida, prácticamente ya necesitamos hacer otra porque la subida de precios es constante", se queja.

Por todo ello, el máximo responsable de Asincar pide tomar medidas a medio plazo. "Si en los mataderos nos están diciendo que el cerdo está al 50% y que no hay suficiente cantidad de cebolla habrá que aplicar medidas para incentivar la cría de porcino y el cultivo de cebollas", remata Eduardo Pérez.

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