En corto y por derecho

Pulpo a la gallega, anchoas con pimiento y crema de fabes con pixín en Ajuria Enea

Diego Canga amplía la lista electoral aspirando a que sus elegidos sean "vividores de la política"

El lobby atlántico exige la conexión del corredor del hidrógeno con Francia y relega el el ferrocarril cantábrico hacia Asturias

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Íñigo Urkullu Rentería, lendakari del Gobierno vasco, es un excelente anfitrión que organizó la cumbre de Vitoria con el resto de los presidentes de la cornisa Cantábrica y los saludó en la lengua de cada uno. Un "egun on" para él; un "bos días" para Alfonso Rueda Valenzuela, presidente de la Xunta de Galicia; un "buenos díes" para Adrián Barbón Rodríguez, presidente del Principado y un "buenos días" para Miguel Ángel Revilla Roiz, presidente de Cantabria.

Después de este impecable comportamiento, de mantel de papel de menú del día de bar de calle turística, llegó la hora de comer en Ajuria Enea, la sede gubernamental, y tuvo guiños gastronómicos en un menú largo y estrecho, como la cornisa cantábrica, para los tres presidentes invitados, reunidos allí para defender un tren largo y rápido que siga la línea del Atlántico y no sea la tortuga de la liebre Mediterránea. Hubo pulpo a la gallega, anchoas con pimiento y crema de fabes con pixín. Para beber, sidra de Trabanco (ojo, no sagardoa de la discordia llagarera llorona, todo un detalle), albariño de Galicia para la copa del blanco y, por supuesto, un rioja de La Rioja alavesa para la de tinto.

Diego Canga Fano, aspirante a la presidencia del Principado de Asturias por el Partido Popular, como independiente, sigue contentando a los más destacados representantes del partido en Asturias con la presentación de los tres nuevos nombres de su candidatura que "no son vividores de la política". Gemma García, Andrés Ruiz Riestra y Susana Fernández, sacados de sus carreras profesionales, irán en la lista autonómica –en puestos aún por determinar– y si las cosas les van electoralmente bien pasarán a vivir de la política como el mismo Diego Canga y, en puridad, serán vividores de la política.

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