Entrevista | Pablo León Gasalla Director general de Cultura y Patrimonio

"Asistir a un ‘debate’ entre Pelayo y Opas daría muchas claves sobre Covadonga"

"El coleccionable de LA NUEVA ESPAÑA es una iniciativa muy buena para aproximarse a una época fundamental"

Pablo León. | Marcos León

Pablo León. | Marcos León / T. Pertierra

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Una iniciativa valiosa y valeroso. El coleccionable de seis libros sobre "La Edad Media en Asturias que LA NUEVA ESPAÑA ofrece a sus lectores a partir de este sábado y domingo a 5,95 euros el volumen es para Pablo León Gasalla, director general de Cultura y Patrimonio del Principado, una propuesta "interesante que continúa con la línea del periódico después de trabajos como los dedicados a la cultura castreña o el arte rupestre. Es una forma muy didáctica de dar a conocer con una mirada periodística un período histórico. En este caso, un período muy largo, como es la Edad Media. Una iniciativa muy buena para aproximarse a una época fundamental, cuando nos conformamos como comunidad política y cuando surgen nuestros símbolos como la Cruz de la Victoria o la de los Ángeles, el mito fundacional de Covadonga o la antigua Junta General. Es una combinación muy buena: un afán de divulgación con la capacidad de profundizar luego en los temas que más te interesen".

–De haber existido periódicos en aquella época, ¿qué noticia sería primera plana?

–Da para mucho. Del comienzo, indudablemente la batalla de Covadonga. En torno a ella surgió la conformación del Reino de Asturias. Es de las grandes noticias de la historia en general de Asturias. Y luego, avanzando, los fueros municipales porque van creando los consejos, y esa es una forma de organización que se demostró muy eficaz hasta nuestros días. Y luego la Junta General después de las batallas dinásticas, cuando nos conformamos como un cuerpo político con una relación especial a través de ella de organización interna y de relación con la Corona de Castilla.

–¿A quién le hubiera gustado ver debatir, ahora que estamos en la semana del Gran Debate?

–Hubiese sido curioso asistir a un "debate" sobre la batalla de Covadonga entre Pelayo y Opas, una relación que está muy recreada y muy inventada. Si realmente hubo algún diálogo en aquel momento previo a la batalla hubiese sido curioso de ver, y hubiese ayudado a entender muchas claves de lo que estaba pasando allí y que no nos han llegado. Tener ahí una cámara hubiese sido muy divertido.

–Queda mucho por explorar...

–Sí. Hay momentos puntuales que están muy bien conocidos y otros en los que hay grandes periodos de oscuridad. Por ejemplo, el inicio de la Edad Media. Desde el final de la romanización hasta el inicio del Reino de Asturias es una de las etapas que hay que investigar, los visigodos, los suevos... Incluso en la época de la romanidad se está comenzando en las últimas décadas a profundizarse, pero en esa transición de Roma al Reino de Asturias sí que sería necesario avanzar en estudios históricos.

–¿Es el momento más grande de Asturias?

–Es el momento de conformación de Asturias como la conocemos ahora. Así que sí, sería de los más grandes, junto con otros como la industrialización. La Edad Media en general podría considerarse como una gran época en la que fue protagonista con el Reino de Asturias, y con algún elemento como el Camino de Santiago que sigue ahí, con gran pujanza.

–¿Al Camino le falta mucho por recorrer?

–Falta investigación sobre su origen. Hablamos de Alfonso II como el primer peregrino, pero falta mucho de esos primeros siglos por conocer: qué se movía en torno al Camino, qué gente lo hacía, el recorrido exacto, la vinculación con León. Apetecería, como con Covadonga, tener una cámara para ver esa primera peregrinación famosa, cómo fue y el momento del descubrimiento de la tumba que ya venía precedido de mucha teoría. Que apareciera en ese momento concreto fue una forma de afianzar la resistencia cristiana de Asturias.

–El Monasterio de Obona sigue en la UVI...

–En los años ochenta y noventa se hizo una intervención que permite que ahora mismo no esté muy mal pese a los años de abandono la estructura. Y la cubierta. Hicimos el año pasado una revisión y no está muy mal, necesita un retejado y poco más. Hay que hacer un planteamiento de intervención como se está haciendo en otros monasterios, y darle un uso, porque ya se vio en los ochenta y noventa que al cabo del tiempo vuelve a estar abandonado. Y todo el mundo coincide en los beneficios que tendría un albergue de peregrinos con cierta calidad, de cierto nivel. Hay que ponerse a trabajar en colaboración con la propiedad, que es el Arzobispado, porque estamos abiertos a buscar fórmulas de intervención global. Es uno de los sitios de los que la documentación medieval dice expresamente que tiene que pasar por ahí el Camino Santiago. Esa vinculación es fundamental. Se está haciendo bastante ahora en monasterios.

–¿La rehabilitación del mausoleo de Fernando Valdés Salas es un ejemplo a seguir?

–Desde luego. Se hizo siguiendo todas las pautas de restauración patrimonial con un proyecto supervisado desde el principio por Patrimonio con la participación de patronos privados.

–¿Un sueño que desvelar?

–Pensando en las generaciones futuras, una actuación global como lo que estamos haciendo, que se pudiera mantener en el tiempo con mayor esfuerzo económico si cabe para que nuestros herederos vean la riqueza y variedad del patrimonio como que nos ha llegado. No es tanto una intervención concreta como una global. Sería importante que hubiera más divulgación para los más jóvenes. Tenemos que copiar mucho a los franceses con sus jornadas de puertas abiertas, con iniciativas de todo tipo en torno al patrimonio menos conocido.

–En la Edad Media ya se disfrutaba de la sidra y la gaita...

–La sidra es otro gran elemento en la cultura de Asturias, y más ahora que se va a evaluar por la Unesco. Por su antigüedad y por ser uno de los elementos conformadores de nuestra identidad. Y la música igual, la asturianada es un elemento global que afecta a toda la cultura y nos define también en nuestro aspecto lúdico y festivo.

–¿Qué lecciones deja el pasado medieval?

–Experiencias. Cómo reaccionó una comunidad ante hechos concretos, como las pestes, que eran uno de los tres grandes dramas y calamidades junto con la guerra y el hambre. La peste, que parecía que la teníamos olvidada, hemos vuelto a ver que puede volver, y está bien ver cómo se actuaba en aquellos momentos, qué medidas se tomaban con muchos menos medios sanitarios que en la actualidad, con los aislamientos y las formas de las cuarentenas que surgieron en aquel momento.

–¿El papel de la mujer en aquella época empieza a tenerse en cuenta?

–Con cuentagotas y nunca se sabrá del todo, pero sí. Por ejemplo, con el Camino Santiago, el papel de la mujer peregrina. Es un aspecto de la historia que normalmente no se tenía cuenta, siendo la mitad de la población. Se está avanzando hacia una historia más social y con más conocimiento de las comunidades humanas y eso también está repercutiendo en tener más en cuenta a la mujer, pero todavía hay mucho que trabajar en ese ámbito.

–Aparte de los grandes nombres como Pelayo o Alfonso II, ¿qué personaje destacaría?

–El Obispo Pelayo de Oviedo. Es un referente también, una persona que defendió a Asturias en lo que él consideraba que tenía que defender, la posición del Obispado de Oviedo, con los medios que tenía su disposición, enfrentándose a quien se tuvo que enfrentar, y lo hizo pues con mucha inteligencia. Es un buen modelo de político eclesiástico cuando en aquel momento estaba muy confundidas ambas posiciones.