Vallet-Regí: "El futuro de los biomateriales es la ingeniería de tejidos y la terapia celular y génica"

La investigadora abre el curso de la Academia Asturiana de Ciencia e Ingeniería (AACI), cuyo presidente pide un museo del conocimiento

Javier Sebastián (vicepresidente de la AACI), María Vallet-Regí, Mario Díaz (presidente de la AACI), Leopoldo Tolivar (Real Academia Asturiana de Jurisprudencia) y María Ángeles Gil (secretaria de la AACI). | Irma Collín

Javier Sebastián (vicepresidente de la AACI), María Vallet-Regí, Mario Díaz (presidente de la AACI), Leopoldo Tolivar (Real Academia Asturiana de Jurisprudencia) y María Ángeles Gil (secretaria de la AACI). | Irma Collín / Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

El Paraninfo del edificio histórico de la Universidad fue escenario este viernes de la apertura del curso de la Academia Asturiana de Ciencia e Ingeniería (AACI), que contó con la presencia de la científica María Vallet-Regí, catedrática emérita de Química Inorgánica y directora del Grupo de Investigación Biomateriales Inteligentes, considerada como la primera investigadora española según la lista de la Universidad de Stanford. Vallet-Regí ofreció un panorama de la investigación de biomateriales, cuyo "futuro es la ingeniería de tejidos, las terapias celular y génica".

Vallet-Regí describió la evolución de este campo desde el primer trasplante realizado a principios de los años cincuenta en Oxford, los diferentes materiales que pueden utilizarse en las prótesis (metales, cerámicos y polímeros) y las soluciones que se han buscado para las complicaciones más habituales, como las infecciones. "Creo exagerado decir que en 2050 habrá más muertes por infección que por cáncer, pero sí es cierto que, en Europa, por la resistencia a los antibióticos, se producen al año 670.000 infecciones, que causan 33.000 muertes. Hay que buscar soluciones al abuso de antibióticos", aseguró la científica.

Esas soluciones pueden ser las superficies antibacterianas en los implantes, o las nanopartículas de sílice mesoporosas, en las que se pueden mate los fármacos que se deseen, como anticancerígenos o antiinfecciosos. Se trata de materiales "inteligentes", nanocompuertas moleculares, que se abren o se cierran aplicando un estímulo, y que liberan los fármacos allí donde es necesario y cuando es necesario.

En los últimos tiempos, sin embargo, se ha producido un cambio de paradigma y se ha pasado de sustituir y reparar a la medicina regenerativa, a través de la ingeniería de tejidos y las terapias celular y génica. El objetivo es "retrasar los efectos del envejecimiento de la población, ya que ahora el último cuarto o incluso el último tercio de la vida se pasa mal, con mucha discapacidad y muchos problemas", comentó. El objetivo es "reparar todo, incluso el párkinson y el alzhéimer". En ese sentido, el camino lo ha abierto el japonés Shin’ya Yamanaka, Premio Nobel de Medicina en 2012 por sus estudios sobre la reprogramación de las células y el descubrimiento de que éstas pueden revertir el proceso de envejecimiento.

Con este mensaje tan positivo terminó la investigadora su lección inaugural, a la que siguió la intervención del Presidente de la Academia, Mario Díaz resaltó la necesidad de vincular la ciencia a la sociedad. Citó a numerosos científicos, como Larry Laudan o Imre Lakatos, e incluso al consejero de Ciencia, Borja Sánchez, cuando se refirió a "la necesidad de crecimiento de estructuras que apoyen la ciencia y la cultura con el soporte de los sistemas económicos, sociales y legales". Díaz recogió el guante y aseguró: "Hay mucho trabajo por delante. Creo que el funcionamiento de un posible y sugerente museo de la ciencia podría contribuir a esos objetivos".

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