Todas las claves y mejoras previstas para la línea de alta velocidad Madrid-Asturias: ¿qué esperar en 2024?

La llegada de los trenes Avril, en febrero, será el primer paso de un proceso que continuará con las obras de acondicionamiento de los tramos León-La Robla y Pola de Lena-Gijón

ave variantes mejoras

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Ramón Díaz

Ramón Díaz

La apertura de la variante ferroviaria de Pajares ha permitido acortar los tiempos de viaje en la línea Madrid-Gijón en algo más de una hora. Pero los responsables del Ministerio de Transportes aseguran que esto es solo el principio, y que las mejoras programadas, tanto en material móvil como en el trazado, posibilitarán aún mayores recortes y ventajas para los usuarios.

Las primeras mejoras llegarán ya en el primer trimestre de 2024, con la llegada del tren Talgo Avril (serie 106) de muy alta velocidad, capaz de rodar hasta a 360 kilómetros por hora por cualquier ancho de vía, aunque por el momento "solo" tendrá permiso para circular a 330 kilómetros por hora.

El tiempo de viaje entre Oviedo y Madrid, que antes de abrir la Variante se iba a las 4 horas y 15 minutos en el mejor de los casos, se sitúa en la actualidad en 3 horas y 19 minutos, pero podría bajar de las tres horas en un par de meses.

El ahorro de tiempo se debe a que se ha acortado el trazado y se ha aumentado la velocidad entre Pola de Lena y La Robla. Se ha pasado de los 84 kilómetros de la rampa de Pajares a los 49,7 de la Variante, y los trenes han pasado de circular a una media inferior a los 50 kilómetros por hora, a hacerlo ahora a 200, que serán 275 en los próximos meses.

El siguiente paso en la mejora progresiva de la línea entre Madrid y Asturias será la llegada de los Avril, prevista para el mes de febrero, a lo que seguirán varias semanas de formación de los conductores.

La entrega de los Avril posibilitará no solo que Renfe ofrezca el servicio comercial AVE en la línea a Asturias (de momento sigue ofreciendo el servicio comercial Alvia), sino que inicie también su servicio comercial de bajo coste, el Avlo. Asimismo, la llegada de los Avril posibilitará que el AVE llegue no solo a Gijón, sino también a Avilés, tal y como ha anunciadores Ministerio de Transportes.

Pero los Avlo no serán los únicos trenes de bajo coste que circularán entre Madrid y Asturias. Tanto la francesa Ouigo como la hispano-italiana Iryo, ambas compañías privadas, han manifestado ya su intención de cubrir la línea, aunque en su caso tendrán que acudir a un concurso público para obtener la concesión.

Volviendo a la mejora de la línea Madrid-Gijón, en el caso del trayecto León-La Robla los trenes ni pueden ni podrán superar los 160 kilómetros por hora hasta que el trayecto sea homologado como de alta velocidad, circunstancia que no ocurrirá, al menos, hasta dentro de dos años, según los cálculos más optimistas de los expertos en materia ferroviaria, ya que hay obras importantes pendientes que ni siquiera han sido aún licitadas. La ganancia en tiempo en ese trayecto de solo 23 kilómetros, aún por establecer, llegará tras la homologación.

En el caso del trayecto Pola de Lena-Gijón, la velocidad máxima se sitúa en la actualidad en 140 kilómetros por hora entre Serín y Veriña, aunque en la práctica los trenes no suelen pasar de 120 para preservar el confort de los viajeros. En el resto del trayecto hay limitaciones de hasta 60 kilómetros por hora. En este trayecto nada cambiará en materia de velocidades hasta que se ejecute el proyecto de mejora proyectado por Transportes (de momento solo hasta Oviedo), que podría prolongarse durante cuatro o cinco años.

El último paso en la línea Madrid-Asturias será previsiblemente el cambio de ancho ibérico (1.668 milímetros entre las caras internas de los raíles) a ancho europeo estándar (1.435 milímetros), algo que, en teoría, debería ocurrir antes de 2030, según los actuales planes de la Unión Europea (UE) para las principales redes ferroviarias.

La Variante cuenta en uno de sus túneles con los dos anchos gracias al triple hilo, mientras que en el otro tiene ancho ibérico, aunque montado sobre traviesa polivalente, lo que posibilitará pasar a europeo estándar cuando así lo decida el Ministerio. En León-La Robla ocurrirá exactamente lo mismo. Entre Pola de Lena y Gijón, por su lado, se aprovechará la mejora del trazado para colocar traviesa polivalente en las dos vías, según ha anunciado Transportes.

El nuevo acceso de Asturias a la Meseta es uno de los tramos de alta velocidad con mayor coste por kilómetro del mundo. La inversión final, según el Ministerio, ha sido de 3.922 millones de euros para un recorrido de 49,7 kilómetros, lo que supone un coste de 80 millones por kilómetro. Es más del quíntuple del coste medio de la alta velocidad en España, que ni siquiera alcanza los 15 millones por kilómetro.

Las obras comenzaron en febrero de 2004, con el objetivo de que acabaran en 2010. Finalmente, se han prolongado durante 19 años, lo que supone 13 de retraso sobre las previsiones iniciales. Entre las razones de esta demora figuran la enorme complejidad técnica que ha supuesto horadar la cordillera Cantábrica y abrir túneles situados a más de 1.000 metros bajo la superficie, así como la profunda crisis económica registrada en 2008 y que se prolongó durante varios años, lo que provocó una brutal caída de la inversión en la Variante.

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