La Universidad será pionera en un plan para atajar el abandono de los estudios, que es del 33%

Investigadores asturianos inician un proyecto para conocer los motivos del alto grado de salida de alumnos: "El Estado pierde al año 1.500 millones de euros"

Por la izquierda, Rubén González (director de la Escuela de Marina Civil), Fernando Alonso (decano de la Facultad de Enfermería de Gijón), Luis Alberto Pando (secretario académico de Geología), José Carlos Núñez (investigador del proyecto y decano de la Facultad de Psicología), Ignacio Villaverde (rector), Ana B. Bernardo (investigadora del proyecto), Susana Fernández (decana de la Facultad de Química), Francisco Martín Miguel (decano de la Facultad de Filosofía y Letras), el profesor José Javier Borge, Fernando Álvarez (director de la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo), José Manuel Noriega (decano de la Facultad de Ciencias) y Celestino Rodríguez (decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación), ayer.

Por la izquierda, Rubén González (director de la Escuela de Marina Civil), Fernando Alonso (decano de la Facultad de Enfermería de Gijón), Luis Alberto Pando (secretario académico de Geología), José Carlos Núñez (investigador del proyecto y decano de la Facultad de Psicología), Ignacio Villaverde (rector), Ana B. Bernardo (investigadora del proyecto), Susana Fernández (decana de la Facultad de Química), Francisco Martín Miguel (decano de la Facultad de Filosofía y Letras), el profesor José Javier Borge, Fernando Álvarez (director de la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo), José Manuel Noriega (decano de la Facultad de Ciencias) y Celestino Rodríguez (decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación), ayer. / Fernando Rodríguez

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

El 33,2% de los jóvenes asturianos tiran la toalla y dejan los estudios superiores, y el 12,5% cambia de carrera. Averiguar por qué pasa esto y atajar las "altas tasas" de abandono universitario es el doble objetivo que persigue un proyecto de investigación pionero en España que liderará la Universidad de Oviedo. La iniciativa, encabezada por los profesores de la Facultad de Psicología Ana B. Bernardo y José Carlos Núñez, fue presentada ayer a los responsables de facultades y escuelas, con el fin de lograr la colaboración de toda la comunidad académica. "Si de verdad queremos atajar las cifras de abandono, tenemos que hacerlo desde la ciencia. No podemos hacer intentos fallidos y poner medidas aisladas, hay que abordarlo de manera global. Estudios de este tipo los debería hacer el Ministerio", subrayó Ana Bernardo.

Se sabe que en el abandono universitario influyen muchas variables, pero se desconoce exactamente cuáles y cómo se relacionan entre ellas. De ello se ocuparán los investigadores asturianos, que a partir de ahí elaborarán una guía de buenas prácticas para ayudar a los centros universitarios. "También se podrá aplicar a otras instituciones académicas similares a la nuestra", apuntó Bernardo.

Si bien las cifras de abandono en Asturias "están en la media nacional", el rector, Ignacio Villaverde, mostró su "preocupación" por ellas y las calificó de "altas". "Se pierde formación universitaria y personas formadas. Es nuestra obligación analizar las causas. De ahí este proyecto que está llamado a ser una herramienta fundamental y marcará un antes y un después en la forma de combatir este fenómeno", manifestó. José Carlos Núñez, investigador y decano de la Facultad de Psicología, tiró de los datos del último informe del Ministerio de Universidades correspondiente a 2023 y detalló que la tasa de abandono en Asturias es del 33,2% y la de cambio de estudio del 12,5%. "Si nos fijamos en el tipo de universidad, se puede apreciar que el abandono se produce de manera similar tanto en las universidades públicas (33,6%) como privadas (31,2%) y el cambio de estudio es más frecuente en las primeras. Además, la mayor parte del alumnado que abandona sus estudios lo hace en el primer año de carrera (22%)", explicó.

¿Por qué es tan importante actuar? Los investigadores advirtieron ayer que detrás del abandono universitario hay consecuencias tanto personales como familiares: conflictividad en los hogares, pérdida de los ingresos económicos invertidos en los estudios, pérdida de oportunidades laborales, deterioro de la salud mental del alumno... Pero los efectos llegan más allá. También provocan "una pérdida de la calidad en la cualificación profesional de los jóvenes, que redundará en una peor calidad de vida, y tienen un impacto económico en las arcas del Estado". "Como ejemplo, en nuestro país, la pérdida anual de dinero oscila entre los 1.000 y los 1.500 millones", señalaron los investigadores.

A ello hay que sumar también la pérdida para las universidades, "que ven cómo el número de alumnos que abandonan una titulación aumenta cada año, perdiendo ingresos y deteriorándose su imagen pública". "Esta multiplicidad de razones hace que este sea un fenómeno complejo, difícil de estudiar y de atajar, ya que son muchas las variables que correlacionan entre sí, y esto convierte el abandono en un fenómeno de difícil abordaje", declaró José Carlos Núñez.

El proyecto, que lleva por título "Estudio de los factores de riesgo y protección del abandono universitario", se desarrollará con financiación del programa estatal para impulsar la investigación científico-técnica y su transferencia.

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