El calendario electoral (y alguna curiosidad) que queda tras el adelanto del Rector Villaverde

Unas 24.000 personas están llamadas a votar en unas elecciones muy justas en el calendario y con la incógnita de si Villaverde tendrá rival

El calendario electoral (y alguna curiosidad) que queda tras el adelanto del Rector Villaverde

El calendario electoral (y alguna curiosidad) que queda tras el adelanto del Rector Villaverde

Mariola Riera

Mariola Riera

La maquinaria ha echado a andar en la Universidad de Oviedo una vez que este mismo miércoles la junta electoral central –presidida por el decano de la Facultad de Derecho, Javier Fernández Teruelo– hizo pública la resolución del rector, Ignacio Villaverde, por la que se convocan elecciones al Rectorado y aprobó, además, el calendario del proceso.

Un periodo que se abrió el mismo lunes 11, cuando se conoció la intención del Rector de dimitir y volver a las urnas casi un año antes de lo que le tocaría, y que se cerrará el 3 de mayo, cuando se firme la resolución definitiva del ganador de las elecciones y éste sea proclamado definitivamente. Será un día antes del fin del periodo lectivo del curso, que acaba el 4 de mayo.

Villaverde es de momento el único candidato conocido. De tener contrincante –algo que la gran mayoría de la comunidad universitaria ver harto difícil ante lo ajustado de la convocatoria y el poco tiempo para armar un proyecto– éste (o ésta) tiene desde hoy mismo 21 días para organizarse. Serán los días 2 y 3 de abril cuando se puedan formalizar las mismas como muy tarde ante la junta electoral. Hasta esos días y salvo el periodo de vacaciones de Semana Santa –23 al 31 de marzo– todos los días aparecen marcados en el calendario electoral. Desde este jueves al 20 marzo es el tiempo fijado para reclamar al censo, ya publicado, y el 21 y el 22 para resolver dudas o problemas. A la vuelta del descanso, el 1 de abril se publicará el censo definitivo. La proclamación definitiva de candidaturas será el 10, una vez superado también el periodo de reclamaciones y resolución de las mismas.

Y con todos estos procesos completados, la campaña electoral comenzará el 11 de abril, con duración de 12 días. Podría ser una campaña histórica y atípica por el hecho de que haya solo un candidato, lo que nunca ha ocurrido en la Universidad de Oviedo en el periodo democrático. No obstante, Ignacio Villaverde no se librará de ir a las urnas, pues el reglamento fija que las elecciones deben celebrarse aunque haya un único aspirante al Rectorado.

El calendario reserva el día 24 para la reflexión y el 25 para votar, a lo que están llamados estudiantes (rondan los 21.000), profesores (unos 2.000) y el personal administrativo y de servicios (en torno al millar). En 2021 el censo fue de 23.992 personas. No todos los votos valen lo mismo. Se pondera en un 55% los de los profesores permanentes; 25%, los de los de estudiantes; 10%, los del resto de personal docente e investigador, y 10%, los del personal de administración y servicios

Conocido el resultado, el día 26 se podrán hacer reclamaciones a la votación y al escrutinio, mientras que los 29 y 30 de abril será el momento, si alguien lo estima oportuno, de impugnar el acuerdo de proclamación, lo que debería resolverse el 2 y 3 de mayo, cuando se proclamaría –si procede– el nuevo Rector de la Universidad de Oviedo. Al día siguiente, fin de las clases.

La dimisión de Villaverde lleva al primer adelanto electoral

Con la dimisión por sorpresa de Ignacio Villaverde y, por tanto, la necesidad de convocar elecciones al Rectorado de la Universidad de Oviedo es ésta la primera vez en la historia reciente de la institución académica –en el periodo democrático– que se adelantan las votaciones para elegir gobierno. La vuelta a las urnas se hace con casi un año de adelanto, pues el mandato actual vencería en enero de 2025. Hay una coincidencia a reseñar: Ignacio Villaverde ha concluido su mandato cuando debería haberlo hecho de haberse cumplido los plazos en el anterior periodo.

Su antecesor, Santiago García Granda, gobernó la Universidad de Oviedo cinco años, uno más de la duración habitual de los mandatos –hasta ahora de 4 años, si bien con la nueva ley serán de 6– al aplicarse una prórroga excepcional por el covid. Las elecciones estaban fijadas para marzo de 2020, cuando estalló la pandemia, y después de muchos bailes de fechas acabaron fijadas para febrero de 2021.

Fue algo excepcional, como ahora el adelanto. Pero en líneas generales los mandatos rectorales en la Universidad de Oviedo en el periodo democrático han ido por el libro.

Teodoro López-Cuesta fue votado por el claustro en 1977 –llevaba dos como interino–. Echó ocho años en total hasta las elecciones de enero de 1984 en las que ganó Alberto Marcos Vallaure, quien se encargaría un año más tarde de aprobar los primeros estatutos de la institución académica.

Su mandato duró cuatro años, pues en la siguiente cita con las urnas en 1988 le ganó el pulso Juan López Arranz. Con ambos también se midió Benjamín Dugnol. Por esta época comenzó la ampliación del campus del Cristo y la construcción del Milán. En 1992 habría relevo de candidatos con dos nuevas caras, Santiago Gascón y Juan Vázquez. Ganó el primero, quien gobernó hasta 1996. En esa cita con las urnas hubo también dos aspirantes nuevos: Julio Rodríguez, ganador, y Santo González. Fue el mandato en el que empezó a proyectarse el campus de Mieres. En 2000 volvería Juan Vázquez a intentarlo y lo consiguió al ganar a Rodríguez. A Vázquez le sustituyó en 2008 Vicente Gotor y a éste, ocho años después, Santiago García Granda.

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