El PSOE defiende en solitario el balance provechoso de una legislatura "de diálogo y acuerdos"

La Junta cierra la próxima semana un ciclo que toda la oposición considera "fallido", "perdido" o "enormemente negativo"

Reunión de la Junta de Portavoces del parlamento asturiano.

Reunión de la Junta de Portavoces del parlamento asturiano. / J.L.Cereijido

Visto desde las vísperas del último pleno de la legislatura, este mandato sólo ha sido productivo a los ojos del PSOE. En la Junta, únicamente la portavoz socialista, Dolores Carcedo, hace un análisis complaciente de un ciclo en el que “hemos dialogado y debatido mucho. Ha habido discrepancias y desacuerdos, pero un buen clima general de diálogo político entre fuerzas muy distintas y hemos logrado buenos acuerdos”. A unos días del cierre que echará la undécima legislatura los próximos martes y miércoles con los últimos plenos de orientación y control al Gobierno, la diputada destaca como un “signo de estabilidad” los cuatro presupuestos aprobados, resalta el dictamen que ha servido de base para una futura ley de reto demográfico que no será aprobada en esta legislatura y entre las 22 normas que sí han salido adelante, las de empleo público, calidad ambiental y medidas administrativas urgentes, la que funda la Agencia de Ciencia o la de garantía de derechos y prestaciones vitales. “Si nos salimos del contexto se puede hacer cualquier balance”, remata, “pero hay que tener en cuenta las situaciones excepcionales” con las que ha tenido que lidiar el cuatrienio de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis inflacionista.

De ahí hacia abajo, si de pronto hubiese que votar un balance no se pronunciaría a favor nadie más que el grupo que sostiene al Gobierno. La portavoz del PP, Beatriz Polledo, hace un resumen “lamentable. Apenas ha habido leyes de calado, no se ha hecho prácticamente nada. Es una legislatura perdida”, enlaza. “El presidente Barbón no es creíble, los hechos no acompañan a sus discursos y creemos que está bastante alejado de la realidad de los asturianos”.

A su juicio, el parón de la ley demográfica, que “se ha quedado en propaganda”, ilustra “la parálisis legislativa” de un Gobierno que también a los ojos de Ciudadanos ha perdido buena parte de su tiempo. El eslogan de la portavoz naranja, Susana Fernández, es “legislatura fallida”. Recuerda que “las propuestas de Adrián Barbón son las mismas que en 2019, a nivel legislativo apenas se ha avanzado nada y hemos llegado por los pelos a dos grandes hitos gracias al empuje de mi grupo”, afirma en referencia a la reforma de la administración y la ley recién aprobada de calidad ambiental.

A la izquierda, la expresión se reproduce en “legislatura perdida”, confirma el portavoz de Podemos, Rafael Palacios, hablando de la producción de leyes –la más baja desde 1995– y de las que han quedado pendientes, “muchas que habían levantado multitud de expectativas y que no se concretaron”. Menciona la reforma del Estatuto de Autonomía, incluida la oficialidad del asturiano, recuerda que “queda pendiente la financiación autonómica, la ley trans o una ley de vivienda” y confluye en parte con lo que ya había dicho IU. Su portavoz, Ángela Vallina, ha repetido este miércoles que este ciclo “complicado” y “extraño” mantiene “muchas cosas en el tintero y una de ellas es la promesa del presidente en su discurso de investidura de incluir las escuelas infantiles en la red del Principado”. Otra, la consabida “barbaridad” que al parecer de la coalición es la nueva norma de calidad ambiental y una más, también la “promesa” irresuelta de la oficialidad.

En este punto, el portavoz de Foro, Adrián Pumares, en su condición de miembro del bloque partidario de la reforma estatutaria, persevera de cara a las próximas elecciones en su convicción de que la modificación hace falta y añade sin pronunciar oficialidad que el uso del asturiano “debe favorecerse sin que quien no quiera utilizar la llingua se vea obligado a hacerlo”. Por lo demás, también a su vista esta legislatura ha sido “enormemente negativa” y su resumen sintetiza las fallas en tres: “El sucursalismo, los problemas del sistema sanitario y los de la administración, que la población ve como un problema en lugar de como parte de la solución”. Para Sara Álvarez (Vox), el “suspenso” sin paliativos, “en todos los sentidos y en todas las consejerías”, se ilustra con el fallo de la ley demográfica y de nuevo con la sanidad y la ausencia, dice, de “medidas para fomentar el desarrollo económico”.

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