Un "amor delirante" que lleva a liberar a los hijos de una realidad emocional ficticia: el análisis de los especialistas sobre el caso de la madre de Avilés

"Una separación, un divorcio, es un hecho muy estresante, es como un duelo", aseguran los expertos en Salud Mental

Portal de la avenida de Los Telares donde residía la mujer que se arrojó desde un quinto piso con su hija en brazos

Portal de la avenida de Los Telares donde residía la mujer que se arrojó desde un quinto piso con su hija en brazos / MARIA FUENTES

Marián Martínez

Marián Martínez

¿Qué puede llevar a una madre al suicidio y arrastrar a su hija con ella? Vecinos y amigos de la mujer que se tiró con su hija en brazos desde un quinto piso en el número 38 de la avenida de Los Telares aseguran que "estaba desesperada", "obsesionada", con el régimen de visitas del padre de su hija. "No quería que viera a la niña, que la cría estuviera con él", aseguran. Pero nadie se podía creer que llegara al límite de intentar matarse con la niña en brazos.

Los expertos aseguran que cuando una madre llega al extremo de matar a sus hijos y suicidarse, lo hace movida por un "amor delirante", y que el objetivo último es liberarles de una realidad emocional que es la suya, y que no tiene que coincidir con la real, pero en la que ella no contempla, no ve, otra posible salida.

El doctor Juan José Martínez Jambrina, psiquiatra y director del área clínica de Salud Mental de Avilés, reclama "extremar la prudencia" al tratar de analizar un caso semejante cuando "los datos, la información es muy escasa. Son casos muy complejos y nos faltan herramientas para poder realizar un examen". Añade que "una separación, un divorcio, es un hecho muy estresante, es como un duelo, con las mismas fases, y hay personas que no saben cómo superar esa situación".

Martínez Jambrina asegura que casos como el que se acaba de producir en Avilés "son muy escasos. Y si analizar cualquier suicidio es tremendamente difícil, en este caso aún lo es más". Porque, añade "establecer la relación de causalidad en un acto como el suicido me parece de lo más atrevido".

La primera aproximación desde el desconocimiento en este tipo de situaciones, en los que el intento de suicidio va acompañado de arrastrar a la persona a la que más se quiere, se suele relacionar con la locura. Pero el doctor Martínez Jambrina lo descarta. "En esos casos es más frecuente la maldad, la psicopatía, la personalidad alterada que la locura", señala.

En su opinión, "no se puede ni se debe realizar diagnóstico de aquello que se desconoce, y más cuando se trata de un suicidio, que es un acto muy particular y es muy difícil meterse en la cabeza de esa persona". Por eso, reclama "prudencia" y no realizar análisis precipitados.

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