Corvera distingue con emoción y con congoja a sus vecinos más destacados

Lo que hubo ayer en La Lechera de Cancienes fue emoción y mucha congoja. La emoción la pusieron los "Corveranos ejemplares" de este año y la congoja se sintió cuando tocó reconocer a la empresaria Yolanda Álvarez. Entonces la platea del último teatro municipal abierto en el municipio respiró profundo cuando se escuchó hablar de la creadora de "Yolanda’s World", que falleció antes de tiempo, que murió en la carretera cuando regresaba de trabajar y sólo tenía 27 años.

Eso sucedió al final de una ceremonia que abrió el alcalde de Corvera, el socialista Iván Fernández. Fue él quien explicó que los galardones comenzaron a entregarse en 2012 "para abrir los ojos y ampliar el foco" y hacerlo, además, "haciendo a la sociedad civil corverana protagonista" del acto más institucional de los incluidos en el programa de las fiestas corveranas. "El acto más solemne", recalcó el regidor corverano. "Institucional y, a la vez, cívico".

El auditorio de Cancienes fue ponderado varias veces desde el escenario. Y es que dos de los galardonados proceden de la localidad corverana: José Luis Álvarez, "Cuinchi"; y Paulino Sánchez, que aunque original de Villa creció en el barrio de El Cabañón, en el mismo Cancienes. "Soy un aldeano del mundo", señaló "Cuinchi" en el vídeo introductorio a la entrega de su diploma y estatuilla acreditativa de la ejemplaridad.

"Cuando empezamos esta cita era posible, pero con los años se ha convertido en necesaria", señaló Adolfo Camilo Díaz, el gerente del área de Cultura de Corvera, el presentador del acto junto a la actriz María López. Los dos fueron los que se encargaron de glosar las figuras de los vecinos reconocidos por destacar en sus ámbitos profesionales o en su propia vida. Pasó, por ejemplo, con Paulino Sánchez, cura en la provincia de Pontevedra ahora, pero mucho tiempo en medio de África Central. Y también con el actor Diego Ocampo. El mayor y el más joven de entre los distinguidos.

La celebración se alargó poco más de una hora. El patio de butacas se llenó de representantes políticos, de familiares de los galardonados y también de los amigos, de los que rodean a los que por este año sobresalen en una fiesta que el alcalde Iván Fernández considera fundamental. Y esto último lo destacó sobradamente cuando le tocó hablar de Yolanda Álvarez: "No está con nosotros... o sí, aunque de otra manera. Ha dejado un legado que será eterno en nosotros". Y por eso dijo "gracias" muy alto, la palabra más repetida de la jornada de reconocimiento, de lluvia fina tras los ventanales y abanicos de verdad venteando una sala en la que el calor de la emoción se juntaba con el calor de la congoja: la de la despedida intempestiva de una mujer que en todos sus años en el mundo cosechó amistades y emociones a partes iguales.