El exceso de peatonalización provocará el éxodo de las compras, alerta Balbín
El arquitecto aboga por abrir Èmile Robin al tráfico para facilitar el acceso a la ciudad y la especialista Sonia Álvarez reclama más zonas verdes
Enrique Balbín, Francisco Zarracina y Sonia Álvarez momentos antes del inicio del coloquio. | Mara Villamuza / Marián Martínez
La peatonalización de Avilés se está haciendo bien salvo por un error: la "bolsa" de calles peatonalizadas es demasiado grande, sin bucle para dar opción a que dar acceso al tráfico para que pueda llegar al área central, lo que puede provocar la huida hacia áreas comerciales donde sea más fácil acceder y aparcar. Esta es una de las claves que ayer ofreció el arquitecto y urbanista Enrique Balbín en la primera charla-coloquio del programa "Avilés en Marcha", organizada por la asociación Culturias y moderada por Francisco José Zarracina, exdecano del Colegio Profesional de Delineantes Técnicos Superiores del Principado.
En el encuentro también participó la doctora en Arquitectura y Patrimonio Sonia Álvarez González, que centró su intervención en los beneficios que tienen para la salud física y mental los espacios verdes en las ciudades.
Enrique Balbín señaló que las peatonalizaciones "son estupendas si se hacen bien, pero si hay un exceso de fanatismo, será un desastre". En este sentido el Plan de Movilidad de Avilés "está bien", pero "se está a tiempo de corregir los errores. El tráfico es la circulación sanguínea de una ciudad, y si se corta se produce la gangrena", señaló.
El urbanista explicó que se deben delimitar tres o cuatro manzanas y peatonalizar el centro, pero permitiendo que el tráfico pueda circular alrededor, de tal manera que se facilite el acceso a ese área central. El problema en Avilés, señaló Balbín, es que se restringe un área demasiado extensa. Una solución sería abrir al tráfico la calle Èmile Robin, de tal manera que el público se pueda mover y acceder fácilmente al centro.
Balbín puso como ejemplo de un "error clamoroso" la peatonalización del muro de la playa de Gijón, "que acabó provocando la caída del gobierno", remarcó.
La doctora en Arquitectura Sonia Álvarez defendió la necesidad de aplicar la fórmula 3-30-300 de la Organización Mundial de la Salud (OMS): al menos tres árboles cerca de las casas, un 30% de zona ajardinada en los barrios y espacios verdes a menos de 300 metros de un barrio.
"Está demostrado que estos espacios verdes favorecen la salud respiratoria, ayudan a frenar el cambio climático y también la salud mental, ya que genera socialización entre las personas, que interactúan más que en plazas vacías hormigonadas", aseguró la experta. Y es por eso que no solo la OMS, sino "la Unión Europa, Greenpeace y todas las organizaciones ecologistas recomiendan espacios verdes en las ciudades, incluso en las cubiertas de los edificios y jardines verticales".
Francisco José Zarracina anunció que las charlas "Avilés en Marcha" se celebrarán todos los últimos jueves de cada mes.
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