Un candasín y su pareja dan la vuelta al mundo en moto durante cinco años

"Es lo más bonito que hay", señalan José Manuel Mariño y Cristina Herlea, que se trasladarán este mes a Sudamérica

José Manuel Mariño y Cristina Herlea, con sus motos. | A. G.-O.

José Manuel Mariño y Cristina Herlea, con sus motos. | A. G.-O. / Alicia García-Ovies

Alicia García-Ovies

José Manuel Mariño siempre fue un apasionado de las motos. Una afición que el candasín, afincado desde hace años en Ferrol, comparte con su pareja, Cristina Herlea, y que les ha llevado a embarcarse en el mayor reto de su vida: dar la vuelta al mundo sobre dos ruedas. Una aventura que iniciaron ya hace dos años y que en solo unos días emprenderá una nueva etapa. 

Tras recorrer países como Turquía, Georgia, Armenia y Mongolia, el próximo 11 de este mes cogerán un avión rumbo a Sudamérica. "Era algo que teníamos planeado desde hace meses, pero debido a la crisis del Mar Rojo no había tantos barcos como antes para poder llevar las motos hasta allí. Finalmente, encontramos una empresa logística de Valencia y ya están de camino", explica Mariño.

Mientras su transporte para los próximos meses cruza mares y océanos dentro de un contenedor, la pareja se afana en los preparativos de última hora. Chequeos, documentación, cambio de dinero...El día 12 serán ellos los que lleguen a destino para iniciar un viaje que les llevará por Brasil, Paraguay, Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia. De ahí, explica Mariño, la previsión es coger un avión hasta Panamá y luego cruzar a México, Estados Unidos (EE UU) y Canadá, con parada en el punto más septentrional, antes de llegar a Alaska.

Será entonces cuando tengan que tomar una decisión importante. ¿Cómo seguir el recorrido? La idea inicial es viajar de Vancouver a Rusia para hacer la transiberiana, pero todo dependerá de la época en la que lleguen y de cómo estén las condiciones meteorológicas. "Si no fuese posible, enviaríamos las motos a Irlanda, donde está mi hijo, y de ahí pasaríamos a Inglaterra para llegar a San Petersburgo. No tenemos nada tampoco organizado claramente. Vamos despacito y paramos según lo que nos apetezca", indica el candasín.

La pareja hace habitualmente acampada libre y, de vez en cuando, camping. En muy pocas ocasiones va de hotel. Por eso en su equipaje no puede faltar un hornillo, gas y todo lo necesario para cocinar. "Todo lo que podemos ver gratis, lo vemos, pero no podemos permitirnos hacer de todo. Eso sí, en esta ocasión nos gustaría hacer un tour por Machupichu, ir a las cataratas de Iguazú...", adelanta el motero de Carreño, cuyas experiencias podrán seguirse a través del canal de Youtube "En moto sin rumbo".

La única cita ineludible que tiene la pareja está fijada para enero del próximo año en España, a causa de unas pruebas médicas. "Nosotros vendremos, pero las motos se quedan allí. Si tenemos suerte y nos dan el alta, a largo plazo la idea es hacerlo todo del tirón. Calculo que todo el viaje nos llevará unos cuatro o cinco años", estima Mariño, para quien lo más importante es "coger una moto y viajar". "Lo más bonito que hay", concluye.