Entrevista | Ángel García Alcalde de Carreño

"Nos gustaría que Perlora fuera totalmente turística, pero eso genera reparo en los inversores"

"Todas las edificaciones se mantendrán y si alguna se tirase, tiene que volver a construirse; también se podrán recuperar aquellos inmuebles que ya no están"

El alcalde de Carreño, Ángel García, con el avande del  plan especial para Perlora.

El alcalde de Carreño, Ángel García, con el avande del plan especial para Perlora. / Alicia García-Ovies

El Ayuntamiento de Carreño y el Principado han empezado a diseñar las reglas del juego sobre las que se desarrollará la recuperación de la ciudad de vacaciones de Perlora. El avance del Plan Especial de Reforma Interior (PERI), que el alcalde, Ángel García, desgrana para LA NUEVA ESPAÑA en esta entrevista, amplía las posibilidades de los futuros usos del espacio, que podrán ir desde el turístico al relacionado con el de tipo residencial para estudiantes o mayores. Todo ello a la vez que se incrementa la protección del modelo ciudad-jardín, apostando por un espacio donde predominen las zonas verdes y para el peatón, y en el que se mantengan las edificaciones existentes.

–¿Qué supone la redacción de este planeamiento?

–Después de muchos años de parón por fin conseguimos sacar adelante la redacción de un documento de régimen interno para Perlora que tenga cierta consistencia, que profundice en la protección de las edificaciones actuales, que cuide y proteja el modelo de ciudad-jardín y que la oriente a unos destinos abiertos. Le estamos diciendo al Gobierno regional que queremos recuperar Perlora, que queremos hacerlo basándonos en el respeto a lo que había y que lo queremos hacer ya.

–¿Cuáles son las modificaciones que hicieron al borrador planteado por el Principado?

–Lo que hicimos fue aumentar la protección, ampliar los usos y modificar las zonificaciones. Un ejemplo, el campo de fútbol y la zona deportiva se movían a donde está el parque infantil, nosotros lo mantenemos en el mismo sitio y conservamos el parque. Queremos que haya poco cambio porque entendemos que todo eso lo que hace es distribuir mucho más el uso, y que no hay necesidad. Lo que está bien no hace falta tocarlo, solo adaptarlo a los nuevos tiempos. Adaptar la protección y la forma de rehabilitar. Y adaptar los usos. 

–Habla del modelo ciudad-jardín. ¿En qué consiste?

–Un espacio abierto, de naturaleza. Con mucha zona verde, espacio para el peatón y el niño. Donde no existen edificaciones de gran altura, no hay mucha densidad de edificación.

–Hay edificaciones que actualmente están en ruina. ¿Se mantendrán todas o habrá derribos?

–El documento plantea la protección de lo actual, su reconstrucción, rehabilitación... Si hay algún edificio que se tira, hay que volver a construirlo. Y los que en su día se demolieron se podrían volver a construir. La edificabilidad máxima que se permite es la que hubo en un primer momento, aquellos edificios que hoy no se ven, pero que estuvieron en el inicio.

–¿Qué uso le gustaría que se le diese a Perlora?

–Al gobierno de Carreño le gustaría mucho que fuera cien por cien turístico, pero somos conscientes que eso genera reparos en los posibles inversores y gestores que buscan compartir esa actividad con otros usos. ¿Cuáles? Pues los que se permiten. Pueden ser geriátricos, académico-estudiantiles, Investigación y Desarrollo, oficinas... Pero todo eso vendrá en un futuro. 

–¿El modelo de explotación?

–Querríamos que fuera público, pero gestionar esto desde la Administración es muy complejo. Habrá que ir a una gestión público-privada o por concesión, pero es muy temprano para hablar de ello. Las concesiones y modelos de explotación se hablarán una vez se termine la tramitación urbanística porque tenemos que saber qué es lo que queremos hacer y cómo lo queremos hacer para que luego alguien pueda encajar su propuesta en ese modelo. Cuando vamos a jugar un partido de fútbol, primero decidimos que somos cinco para cinco y luego pintamos las líneas del campo. Pues estamos en eso, en pintar las líneas del campo. Luego vendrá un equipo y otro, y a ver quién mete goles. De momento estamos en un momento muy inicial, pero es un inicio muy importante porque hacía muchos años que no se hablaba de esto, y para nosotros es una oportunidad. Yo como alcalde no querría finalizar el mandato sin al menos tener urbanísticamente resuelto el problema de Perlora.

–Habla de inversores. ¿El interés empresarial sigue también la línea de preferir el modelo turístico?

–Al Ayuntamiento vinieron unas doce empresas y la gran mayoría se orientan al uso turístico, pero no cien por cien. Las empresas tienen bastante miedo a la estacionalización de la actividad. Es verdad que con el cambio climático estamos teniendo más horas de sol y calor, Asturias está de moda, pero las empresas tienen reparo. 

–Por suerte en todo este proceso van en consonancia con lo que quieren los vecinos.

–Las alegaciones que presentaron los vecinos en la información pública que se hizo, que fueron en torno a diecinueve, venían, generalmente, en la línea de conservación de lo existente, que haya mucho espacio verde y de ocio, que se permita el uso de las playas y que se oriente principalmente al turismo. Esas peticiones las comparte totalmente el gobierno local y en el documento está así plasmado.

–¿Por parte del Principado ve predisposición?

–Veo en el Principado muy buena sintonía, que espero que dure. Tanto en la consejería de Ordenación del Territorio, que es la que tiene que tramitar el PERI, como en la de Hacienda, que es la propietaria del terreno, hay muy buena sintonía. Este triángulo, con el Ayuntamiento, estamos con mucho interés por sacar adelante Perlora. En esto tiene que ver también muchísimo que la consejería de Ordenación sea de Izquierda Unida.

–Han entregado el avance del plan a la dirección general de Urbanismo. ¿Qué pasa a partir de ahora?

–La dirección general va a estudiarlo y adaptarlo a la normativa regional. Una vez esté listo se trasladará a la consejería de Hacienda y a partir de ahí si las tres partes lo ven correcto se inicia la tramitación para la aprobación inicial, que si fuera todo bien sería en septiembre. Se abriría entonces a información pública, volverá a recibir alegaciones y luego a aprobación definitiva. Esa aprobación definitiva podría ser para marzo o abril de 2025. Entonces sí hablaríamos de lo que todo el mundo quiere y abriríamos negociaciones claras con las empresas.

–Estamos hablando de un proceso solo de tramitación urbanística de más de un año. ¿Qué será de Perlora mientras tanto?

–Hemos trasladado la necesidad de aumentar las partidas de mantenimiento de la ciudad residencial y que se vaya haciendo una gestión, un mantenimiento de infraestructuras y una limpieza correcta porque la gente sigue viniendo a Perlora. Perlora no es un interés solo de Carreño, es de toda Asturias. Viene gente de toda la región que quiere verla recuperada porque es una joya y es un pulmón. Hasta que se desarrolle todo esto, la gente seguirá viniendo y no queremos ver las papeleras llenas, la zona verde sin segar, las calles sin limpiar... Por eso pedimos que se aumente la partida anual, algo que este año ya se ha hecho.

–¿Cree que volverá a ver la Perlora en activo?

–Espero que sí. No hay una justificación para que no sea así. Si ahora mismo el PSOE autonómico dice que está de acuerdo con lo que el gobierno local de Carreño (integrado por IU y Somos) le pide, creo que no hay razón política para no hacerlo. Otra es la económica y deberíamos estar trabajando ya en gestión de fondos europeos e ir pensando poco a poco en el modelo. Nosotros en su momento hicimos un cálculo y recuperar los espacios públicos, saneamiento luz... Sin tocar las edificaciones, serían unos 15 millones.

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